El ojo necesita una cierta presión para mantener su forma y poder funcionar adecuadamente.
En un ojo normal, la presión intraocular (PIO) se mantiene constante mediante el equilibrio que existe entre la producción y eliminación de líquido en la parte anterior del ojo, denominado humor acuoso.Una eliminación poco eficaz o un aumento de la producción de humor acuoso pueden causar un aumento de la presión intraocular.
El glaucoma se asocia a una presión intraocular elevada. Esta elevación de la presión se puede deber a un exceso de producción de líquido intraocular o, más frecuentemente, a una disminución de su eliminación. Si no se trata, esta PIO elevada puede dañar el nervio óptico y causar una pérdida de visión. Se puede llegar a tener un 40% de daño en el nervio óptico antes de poder detectar una pérdida de visión.
Es posible tener una presión intraocular (PIO) alta sin que exista glaucoma, pero con el tiempo existen muchas probabilidades de que una PIO elevada dañe el nervio óptico.
Cuanto mayor es la PIO, mayor es el riesgo de desarrollar glaucoma.
Cuanto mayor es la PIO, mayor es el riesgo de desarrollar glaucoma.
La PIO se mide en milímetros de mercurio (mmHg). Se considera una PIO normal cuando ésta se encuentra entre un valor de 11-21 mmHg.
La PIO puede ser diferente en cada ojo. El médico es quien debe decidir cuál es la PIO objetivo, es decir, el intervalo de PIO que se considera que no dañará la visión. Para establecer la PIO objetivo hay que tener en cuenta una serie de factores entre los que está el valor de la PIO inicial, la edad y la fase en la que se encuentra el glaucoma.
El oftalmólogo ajustará el tratamiento para conseguir llegar a esta PIO objetivo.
Según se produzca un avance de la enfermedad, la PIO objetivo puede variar.
La hipertensión ocular se produce cuando la PIO se mantiene elevada de manera continuada, sin que haya un daño en el nervio óptico o pérdida de visión.
En general, tanto para los pacientes con glaucoma de ángulo abierto como para los de ángulo cerrado, cuanto mayor es la PIO, mayor es el riesgo de desarrollar glaucoma o de que se produzca una progresión de la enfermedad.
La PIO que el oftalmólogo considera elevada depende no sólo de la PIO de cada paciente medida en distintas visitas, sino del grado de avance del glaucoma y de si el paciente presenta otros factores de riesgo para el glaucoma.
Con frecuencia se puede pasar por alto la presencia de zonas (puntos) sin visión hasta que el daño en el nervio óptico está muy avanzado.
Al principio, el glaucoma comienza con la pérdida de visión periférica (en los laterales), pero es posible no darse cuenta de ello porque si sólo aparece en un ojo al inicio, el otro ojo puede compensar esta falta de visión.
La visión central no se ve afectada hasta que la enfermedad no se encuentra muy avanzada.
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