Este 12 de marzo
pasado se ha celebrado el Día Mundial del Glaucoma, enfermedad que afecta a
unos 76 millones de personas y se estima que con el aumento de
esperanza de vida puede llegar a afectar a 112 millones de individuos en 2040.
Es una
enfermedad asintomática hasta que llega a estadios avanzados
con deterioro grave de la visión, por lo que el diagnóstico precoz en
una consulta oftalmológica es esencial para prevenir una discapacidad visual
permanente.
Entre los factores
de riesgo hemos de destacar la tensión ocular, la edad (a mayor edad
más riesgo de padecer glaucoma), los antecedentes familiares (aunque no hay un
patrón específico de herencia en la mayoría de glaucomas, tener familiares
afectos incrementa el riesgo de padecerlo) y defectos refractivos (la
miopía se asocia significativamente al glaucoma primario de ángulo abierto y la
hipermetropía al glaucoma de ángulo cerrado).
También se han
implicado factores raciales, clásicamente se ha dicho que los pacientes de raza
negra presentan un riesgo mayor de padecer glaucoma y de mayor gravedad, pero
recientemente se ha encontrado que este hecho puede estar ligado a la mayor
dificultad de acceso al sistema sanitario de este grupo de pacientes.
En el diagnóstico de
glaucoma es esencial la tonometría, dado que a mayor tensión intraocular mayor
riesgo de glaucoma, aunque existen glaucomas normotensivos o de baja tensión.
Se están desarrollando dispositivos de autotonometría e incluso
acoplados a smartphones que en el futuro podrían ser de ayuda en la
monitorización remota de la tensión ocular.
o
Nuevas moléculas e implantes de liberación prolongada
mejoran el tratamiento del glaucoma
o
La cirugía del glaucoma se optimiza con la mínima
invasión
o
Un algoritmo ayudará a la estratificación del
glaucoma en 4 fases, mejorando el diagnóstico
o
La prueba funcional
importante es la perimetría automática, clásicamente denominada campimetría (
aunque es subjetiva y a veces no es útil ), que nos mide el grado de pérdida
funcional de visión de forma muy precisa. También se están desarrollando
métodos de perimetría online a través de tabletas electrónicas y gafas
de realidad virtual que cada vez son más precisas y podrían tener un
papel relevante en el futuro.
Finalmente, la otra
prueba diagnóstica fundamental es el estudio de las células ganglionares de la retina,
mediante tomografía de coherencia óptica (OCT), que permite
cuantificar el grosor de esta capa de la retina, que es la que suele dañarse en
el glaucoma. Nos permite medir con resolución muy exacta el daño anatómico en
esta enfermedad.
En el aspecto
diagnóstico se está investigando como analizar en conjunto todos estos tests
con herramientas de inteligencia artificial, que en un futuro
próximo podrían ser de gran ayuda.
En cuanto al
tratamiento, en la escala inicial se comienza con tratamiento médico con colirios
hipotensores oculares. Aparte de los efectos adversos tanto locales como
sistémicos, hemos de tener en cuenta que el incumplimiento de tratamiento, como
en todos los tratamientos crónicos, es una causa importante de falta de control
de la enfermedad. Por ello, se están desarrollando productos de liberación
retardada, que son inyectados dentro del ojo y que permiten la liberación
de fármaco a lo largo de meses. Estos productos no están comercializados aún en
Europa pero algunos de ellos están ya muy próximos a poderse utilizar en la
practica clínica diaria.
"El incumplimiento del tratamiento del glaucoma es una causa
importante de falta de control de la enfermedad"
Cuando no responden a tratamiento médico puede recurrirse a trabeculoplastia
láser, que puede reducir la necesidad de tratamiento médico o a
tratamientos quirúrgicos. Las cirugías filtrantes más eficaces son la
esclerectomía profunda no perforante y la trabeculectomía. En función de las
características del paciente y de la experiencia del cirujano se indica la
cirugía más adecuada.
También está muy en
auge la cirugía mínimamente invasiva o mínimamente perforante del
glaucoma. En general son usadas en casos de menor gravedad, dado que la
mayoría producen reducciones de tensión ocular más discretas que las cirugías
filtrantes convencionales. Se trata de cirugías con mínima incisión que
permiten introducir dispositivos en la malla trabecular para facilitar la
salida de humor acuoso por la vía convencional o que conectan la cámara anterior
con el espacio subconjuntival.
En casos que no
responden a estos tratamientos hay que recurrir a válvulas o
dispositivos de drenaje de glaucoma, de los que el más novedoso permite
programar de forma externa la cuantía de la filtración, reduciendo así riesgos
de hipotonía postoperatoria.
Lo más importante es
la detección y prevención, al ser una enfermedad silente. Y es la OCT la prueba
de valor y orientación en el buen hacer.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
Muy buen artículo, perfectamente explicado. Se agradecen este tipo de contenidos para hablar sobre las enfermedades silenciosas como el glaucoma, que mucha gente desconoce pero está muy presente en nuestros días.
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