Bañarse en ríos y estanques
también puede causar infecciones oculares (J Toxicol Environ Health)
Dos de cada tres piscinas
presenta exceso de cloro, lo que se acaba traduciendo en irritaciones e infecciones
en los bañistas, según un estudio realizado en Portugal y publicado en la
revista “Journal of Toxicology and Enviromental Health”.
En concreto, algunos de los
síntomas de las conjuntivitis son el enrojecimiento, escozor, sensación de
arenilla y cuerpo extraño, hipersensibilidad a la luz y lagrimeo. "El
cloro puede resultar muy irritante para los ojos, sobre todo en niveles
excesivos, algo que sucede con frecuencia en las piscinas públicas".
Esta patología no sólo viene
producida por el cloro de las piscinas, sino que también se da en aguas sin
tratar de ríos, estanques y algunas piscinas domésticas. Los principales virus
y bacterias que pueden desencadenar conjuntivitis son adenovirus y estafilococo
áureus.
El contagio se produce a
través de las manos, del contacto con toallas, prendas de ropa, e incluso
mediante los estornudos de la persona afectada. En este sentido, una
investigación del Centro de Control y Prevención de las Enfermedades de Estados
Unidos, publicada en la revista “Ophthalmic Epidemiology”, señala que la
queratitis, un tipo de afectación de la córnea que puede sobreinfectarse,
"es mucho más frecuente en la época estival".
Por otra parte, las personas
que utilizan lentes de contacto son más susceptibles de sufrir una infección
ocular, debido a que los patógenos se adhieren a la lente con cierta facilidad.
"Es preferible dejar de
utilizarlas ante el primer síntoma de hinchazón o enrojecimiento. En cualquier
caso, los usuarios de lentes de contacto deben limpiarse bien las manos antes
de manipular los ojos o las lentillas en el área de bañistas y limpiar lentes y
estuche con mucha frecuencia".
Estamos teniendo un rebrote
de infecciones por adenovirus. Cuidado con las medidas higiénicas.
Comentarios
Publicar un comentario