En
este trabajo se evalua la osmolaridad de la lágrima entre pacientes con ojo
seco no-Sjögren y con síndrome de Sjögren, con el sistema TearLab.
El
Dr. Szalai y sus compañeros de laboratorio estudiaron 39 ojos de 21 pacientes
con síndrome de Sjögren sin ojo seco, 39 ojos de 20 pacientes con síndrome de
Sjögren y ojo seco, y 44 ojos de 22 pacientes sanos. El objetivo era determinar
si las mediciones de osmolaridad lagrimal se correlacionaron con otras pruebas
clásicas de ojo seco en estos 3 grupos de pacientes. Se midió la osmolaridad
lagrimal con el sistema TearLab (TearLab; San Diego, California), además de
varias otras pruebas estándar para la enfermedad del ojo seco. Las otras
pruebas de medición involucradas fueron los pliegues conjuntivales, la prueba
de Schirmer sin anestesia, el tiempo de ruptura de la película lagrimal, y la
tinción corneo conjuntival con fluoresceína. También se evaluó la claridad
corneal y el estado de las glándulas de Meibomio.
Ellos
encontraron que la osmolaridad lagrimal era de 297 mOsm/l, en los no-Sjögren,
303 mOsm/l en los ojos con sd. de Sjögren, y 304 mOsm/l en los ojos normales. La osmolaridad
de la lágrima fue estadística y significativamente inferior en los ojos no
Sjögren que en los otros 2 grupos. No se encontró correlación significativa
entre la osmolaridad lagrimal y alguna de las pruebas de ojo seco.
El
aumento de la osmolaridad lagrimal se había creído que se relaciona
directamente con síndrome de ojo seco. La elevada osmolaridad de la lágrima se
cree que es una consecuencia, y también un factor de exacerbación en la
enfermedad de ojo seco.
Desafortunadamente,
los resultados de este estudio se encontraron que las mediciones de la
osmolaridad utilizando el sistema TearLab no distinguían los ojos secos de los
normales. De hecho, los ojos no Sjögren tenía una osmolaridad inferior a la lágrima
de los ojos normales.
El
estudio científico de la sequedad de los ojos ha sido un problema desde hace
muchos años. El principal problema es que no existe una prueba estándar básica
diagnóstica para los ojos secos. Además, los síntomas de ojo seco (importante
para los pacientes) no suelen correlacionarse con signos objetivos (más
importante para la investigación) de la enfermedad de ojo seco. Por lo tanto,
el diagnóstico de la enfermedad del ojo seco ha incorporado tradicionalmente
una combinación de signos y síntomas. Los signos incluyen a menudo tinción
corneal y conjuntival con fluoresceína, con verde lisamina o rosa de bengala; la
puntuación baja del test de Schirmer, la película lagrimal con bajo tiempo de
rotura, y un menisco bajo. Otros signos que pueden ser evaluados son disfunción
de las glándulas de Meibomio y las conjuntivochalasia. Los síntomas de la
enfermedad del ojo seco varían mucho, desde la sequedad, aspereza, irritación,
lagrimeo y ardor al exceso.
Aunque
algunos estudios han demostrado el valor predictivo de las mediciones de la
osmolaridad lagrimal con signos y síntomas de la enfermedad del ojo seco, otros
muchos no lo aportan. La osmolaridad con el TearLab no debe utilizarse como
único indicador de la enfermedad de ojo seco. Me parece que el tiempo de
ruptura de la película lagrimal, la tinción con fluoresceína de la córnea, la
tinción con verde lisamina de la conjuntiva, y las pruebas de Schirmer (con
anestesia) son de gran ayuda. Aunque una sola medición de la osmolaridad
lagrimal no puede ser una prueba de fuego para el diagnóstico de ojo seco,
mediciones seriadas pueden ser útiles para evaluar el éxito del tratamiento del
ojo seco. Aún así en la clínica sabemos que los colirios hipotónicos van mejor
para la qcs.
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