El
control de la presión intraocular (PIO) es un componente vital en el
tratamiento del glaucoma. En los últimos años, se ha hecho evidente que la PIO
no es constante, sino que fluctúa en el curso de un período de 24 horas, con la
variabilidad nocturna y posicional.
Esto
se complica aún más por la eficacia variable de algunos medicamentos para el
glaucoma durante un período de 24 horas. Como resultado de ello, las mediciones
de picos de la PIO a menudo no se producen durante las visitas al consultorio
del médico, lo que conduce a inexactitudes clínicas en el manejo del paciente.
Empezamos
un trabajo, en donde las fluctuaciones de la PIO circadianas serán revisadas
junto con las implicaciones terapéuticas pertinentes a agentes farmacológicos
actuales y emergentes para el tratamiento del glaucoma.
Ya
os informaremos de los resultados.
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