Sequedad ocular,
¿qué hacer cuando los ojos escuecen y pican?
La sequedad ocular
constituye una de las causas más comunes por las que la gente visita al
oftalmólogo.
La sequedad
ocular es desagradable y puede llegar a ser dolorosa. Una de las causas
posibles es la deficiencia de la humedad natural de los ojos, es decir, el
organismo no produce el suficiente flujo lagrimal. Esto puede estar provocado
por diversos factores medioambientales, enfermedades o algunos medicamentos. Un
oftalmólogo siempre podrá ayudarle.
Los síntomas son
escozor, picor y la sensación de tener diminutos granos de arena arañando la
conjuntiva y/o cornea. Cada vez hay más gente que sufre de sequedad ocular.
Este problema es un tema de intenso debate en los blogs y congresos. En
general, se sabe muy poco acerca de esta enfermedad ocular. Vamos a intentar
ayudaros.
Sequedad ocular o
«alteración de la humedad del ojo», ¿cómo ocurre?
La sequedad
ocular puede tener su origen en múltiples factores, incluyendo causas
medioambientales como la exposición a una luz solar muy intensa, la combustión
de gases, el polen en el aire y el polvo, así como el trabajo frente a una
pantalla de ordenador. Los conductores de
vehículos descapotables y los ciclistas también suelen verse
afectados por esta molestia ya que el viento suele irritar la conjuntiva. Del
mismo modo, la sequedad ocular puede aparecer durante las vacaciones, ya que la
mayoría de las piscinas de las zonas turísticas presentan un alto contenido en
cloro, que provoca la irritación de la sensible conjuntiva del ojo.
Sin embargo, la
sequedad ocular también puede estar provocada por medicamentos, como antidepresivos o
betabloqueantes. Asimismo, también afecta de manera muy frecuente a las mujeres
menopáusicas, ya que los cambios hormonales pueden provocar la reducción del
flujo lagrimal, y pérdida de la calidad de ésta .
Finalmente, los
problemas de visión tratados de manera incorrecta pueden ser también una causa
de la sequedad ocular, ya que los ojos se fatigan con más facilidad. Una
revisión periódica de la vista realizada por un médico especialista de la salud
visual despejará las dudas con rapidez.
¿Cómo se humedecen
los ojos?
Para comprender
mejor qué le sucede a sus ojos,
vale la pena entender primero cómo trabajan. El flujo lagrimal es segregado por
unas glándulas y unos conductos lagrimales, y contiene cloruro de sodio,
glucosa y proteínas varias, junto a otras sustancias más complejas. Este se “esparce”
a los ojos con cada parpadeo y produce una fina película lagrimal. Esta
película cumple diversas funciones: impide la entrada de partículas extrañas y
funciona como un lubricante, garantizando el deslizamiento de los párpados
sobre los ojos.
Además, el flujo
lagrimal asegura que la córnea esté húmeda de manera uniforme y proporciona a
los ojos el oxígeno y sustancias nutritivas necesarias.
Existen dos
posibles razones por las cuales la película lagrimal no cubre completamente los
ojos: que las glándulas lagrimales no
estén produciendo suficiente flujo, o que la composición del flujo presente
problemas de calidad.
Aunque el
concepto de «sequedad ocular» se conozca ampliamente y se utilice de manera
habitual, a día de hoy, los doctores prefieren hablar de una alteración de la
humedad ocular.
Para ambos
problemas, las llamadas «lágrimas artificiales», que pueden ser adquiridas en
una farmacia, son la mejor solución inicial. Las lágrimas artificiales se
presentan en forma de gotas o gel y funcionan como un sustituto “artificial” de
las lágrimas. Estas deben aplicarse en el saco conjuntival inferior o en el
caso de geles ,frotarse de manera cuidadosa. Pero tenga cuidado: utilizar las
lágrimas durante un largo período de tiempo o de manera muy frecuente puede
provocar la disminución de la producción del flujo lagrimal ( circulo vicioso)
. Por esta razón, es muy importante hablar con un oftalmólogo de las posibles
causas del problema y su posible solución.
Otras opciones,
ya comentadas en anteriores artículos de los blogs, dependerán de cada paciente
y el estudio minucioso de su caso.
Cada uno de
nosotros puede llevar a cabo ciertas acciones con el fin de proteger nuestros
ojos. Es importante asegurarse de que haya suficiente luz mientras se lee, pero
es igual de importante evitar la luz brillante o el deslumbramiento. Configure
la pantalla de su ordenador de manera que el brillo no esté demasiado alto y
relaje la vista por unos instantes cada hora. Durante una posible exposición al
viento o a una luz deslumbrante, asegúrese de llevar gafas de sol de grado 2-3 para proteger sus ojos de
los rayos ultravioletas.
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