Con la crisis económica se reduce la frecuencia de visitas al oftalmólogo para actualizar la graduación de las gafas o, simplemente, para someterse a una revisión visual, visualizar alguna foria, o tratar una blefaritis alergica. Este descenso afecta negativamente a la calidad de la visión de los españoles, lo que puede repercutir en aspectos tan diversos como el rendimiento escolar de los más pequeños, la conducción o el trabajo de los adultos.
Así se advierte en un sinfín de acontecimientos y comentarios.
Que la crisis produce empeoramiento de la salud visual es debido sobre todo al descenso
notable en la frecuencia de las visitas al médico oculista, a la falta de las
revisiones visuales, imprescindibles para garantizar una correcta salud de la
vista, y prevenir enfermedades futuras, sobre todo si hay antecedentes en la
familia.
Al margen de los problemas que esta situación acarrea en los
adultos, vemos que afecta también a los más pequeños. El fracaso escolar sería
una de las consecuencias. Se estima que casi el 22% de los casos de fracaso
escolar se deben a problemas visuales.
El 20% de los escolares sufre problemas visuales que pueden
afectar a su rendimiento académico, siendo la miopía un problema que va en aumento
entre los estudiantes. Insistimos en la importancia de que
los niños acudan al médico oftalmólogo al menos una vez al año para detectar posibles problemas
visuales que influyen en su desempeño, pero que son de fácil solución. La
mayoría de las veces es preciso dilatar la pupila, y ver el fondo del ojo.
La verdad es que en una época como esta, cuesta hacer
determinados esfuerzos económicos, pero recordemos que invertimos
en la salud visual de nuestros hijos, lo cual es fundamental
para su aprendizaje y calidad de vida.
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