Revisión
sobre métodos de tratamiento del melanoma del cuerpo ciliar y coroides
(melanoma uveal posterior) durante el último siglo destacando como fueron
variando los conceptos.
El tratamiento del melanoma uveal posterior se está encarando
cada vez más combinando el tratamiento oftalmológico y sistémico, sobre la base
de la detección de las vías citogenéticas y moleculares que provocan el
desarrollo del melanoma y la metástasis. Se ha adelantado mucho en el
conocimiento de los tumores que tienen riesgo de metástasis y el desarrollo del
tumor base, aunque sin duda habrá más por descubrir. El mejor pronóstico para
el paciente dependerá de la detección temprana y sometimiento a los mejores
tratamientos localizados y menor toxicidad. Cada paciente tendrá la posibilidad
de realizar estudios citogenéticos y moleculares para poder identificar con
exactitud adonde debe apuntar el tratamiento.
En cuanto a la detección temprana, la mayoría de los
profesionales recomienda observar el nevus coroideo sin factores de riesgo. Al
igual que en caso de melanoma cutáneo, si este se detecta con 0,76 mm o menos
de espesor, la supervivencia es de casi 100% en los siguientes diez años. En el
melanoma uveal con un espesor de 5,5 mm al momento de ser detectado, el
pronóstico es de 20 a 25% de riesgo de metástasis. Los argumentos contra el
tratamiento de nevus coroideo son: 1) se trata de algo común, que sucede en 7%
de los pacientes y la transformación a melanoma es poco frecuente, <1%. La
incidencia de melanoma uveal es de 4 a 6 casos cada millón de personas, por lo
que sería irracional tratar todos los nevus coroideos para prevenir melanoma.
La mayoría de los nevus permanecen estables y además su tratamiento puede
provocar pérdida de visión.
El futuro dependerá de la identificación de claves clínicas y por imágenes para reconocer los melanomas más pequeños. Utilizando factores de riesgo, algunos melanomas pueden ser identificados estando planos y asintomáticos. Los diferentes tipos de diagnóstico por imágenes servirán para detectar lo antes posible el melanoma (tomografía de coherencia óptica, multiespectral y autofluorescencia).
No puede dejar de tenerse en cuenta la gran diferencia en el pronóstico de acuerdo con el espesor. Esto implica que la detección temprana de un melanoma pequeño es ventajosa.
El futuro dependerá de la identificación de claves clínicas y por imágenes para reconocer los melanomas más pequeños. Utilizando factores de riesgo, algunos melanomas pueden ser identificados estando planos y asintomáticos. Los diferentes tipos de diagnóstico por imágenes servirán para detectar lo antes posible el melanoma (tomografía de coherencia óptica, multiespectral y autofluorescencia).
No puede dejar de tenerse en cuenta la gran diferencia en el pronóstico de acuerdo con el espesor. Esto implica que la detección temprana de un melanoma pequeño es ventajosa.
En la actualidad el tratamiento localizado con radioterapia
combinada con termoterapia transpupilar ofrece aproximadamente 98% de control
del tumor, pero deberán estudiarse tratamientos adicionales para prevenir los
efectos colaterales como inyecciones, métodos láser y extracción quirúrgica del
vítreo o medicaciones protectoras de la retina como aceite siliconado sobre el
vítreo.
Lo último en el tratamiento del melanoma será descubrir los
perfiles citogenéticos y moleculares, que permitan al oncólogo ocular
comprender el riesgo de metástasis de cada paciente y el origen del desarrollo
del tumor y la posibilidad de metástasis.
El melanoma uveal posterior se clasifica en dos categorías
básicas: de alto riesgo con características de ADN monosomía cromosoma 3 o
características de ARN de clase 2, ambos con mal pronóstico sistémico. La otra
categoría incluye ADN de disomía de cromosomas, 3, 6 y 8 y ARN clase 1 con
pronóstico relativamente bueno. Algunos especialistas consideran que el estudio
de ARN es mejor para predecir y otros creen que el ADN es más estable, costo
efectivo y ayuda a pronosticar. Ambas técnicas son aceptables.
Están haciéndose grandes adelantos en el tratamiento de melanoma
uveal posterior, mediante la detección temprana del tumor por métodos clínicos
y distinto tipo de imágenes, seguidos de pronta ablación. La prevención de la
metástasis será la clave para mejorar el pronóstico.
El tratamiento de melanoma uveal posterior ha hecho grandes progresos en el último siglo, desde los días de la enucleación de tumores masivos, malignos a la detección temprana de tumores más pequeños con mejor pronóstico.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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