La
Fundación de Investigación del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega apuesta
por la búsqueda de biomarcadores para detectar el glaucoma
Se calcula que el 50 por ciento de los pacientes que sufren
glaucoma en España no está diagnosticado debido a la falta de síntomas hasta
bien avanzada la enfermedad. La validación de biomarcadores permitirá
identificar posibles dianas terapéuticas de prevención o bloqueo de esta
patología para evitar la ceguera.
Los últimos estudios genéticos y farmacogenéticos dibujan un
escenario prometedor para el diagnóstico y tratamiento del glaucoma,
enfermedad degenerativa provocada por el aumento de la tensión ocular y
primera causa de ceguera irreversible en el mundo occidental. El mayor
conocimiento de los genes asociados a esta patología ayudará a los
oftalmólogos a determinar mejor los riesgos individuales de desarrollar la
enfermedad, así como a establecer una terapia personalizada más efectiva e
incluso, en los casos de glaucoma de tipo congénito, esta terapia podría
mejorar la capacidad visual, mediante el reemplazo o bloqueo de genes
implicados.
Entre las distintas líneas de investigación llevadas a cabo
por la Unidad de Enfermedades Neurodegenerativas de la Fundación de
Investigación del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, destacan varios
estudios dedicados al diagnóstico precoz de la enfermedad. Según el doctor
González, la investigación se concentra en la búsqueda de biomarcadores
proteicos de la enfermedad y el estudio de los genes de riesgo asociados: “La
identificación de biomarcadores permitiría distinguir bioquímicamente entre
los distintos tipos de glaucoma y estimar la progresión de la enfermedad. Más
aún, ayudaría a diagnosticar precozmente a individuos afectados por esta
patología y abordar así el tratamiento de la enfermedad en etapas tempranas,
reduciendo considerablemente la pérdida de visión que se va produciendo
gradualmente en los pacientes glaucomatosos antes de ser diagnosticados”.
La alta incidencia del glaucoma entre la población occidental
contrasta con la falta de conciencia social y con el hecho de que más del 50
por ciento de los pacientes que sufren glaucoma en España no está
diagnosticado; es importante el diagnóstico para evitar la ceguera: “El
desarrollo de la enfermedad se puede ralentizar si se logra detectar a
tiempo. Por eso es tan importante realizarse las revisiones y contar con la
última tecnología en diagnóstico y tratamiento”.
La falta de diagnóstico se debe, a la falta de síntomas de la
enfermedad: “Se trata de una enfermedad silenciosa. Los pacientes pueden ir
perdiendo el campo visual progresivamente sin darse cuenta”. Para evitar la
ceguera irreversible, se recomienda
realizar una revisión cada año y medio a las personas mayores de 50 años,
aquellas que tengan antecedentes familiares, diabetes o alta miopía deben
tener más precaución.
El tratamiento más común se centra en fármacos hipotensores,
pero en casos necesarios también se acude a terapias con láser, e incluso, la
cirugía. Una línea novedosa e interesante, aunque todavía en desarrollo, es
la protagonizada por la neuroprotección: “Se trata de fármacos y diversas
estrategias terapéuticas que buscan aumentar el bienestar del nervio óptico,
a través de la mejoría en su nutrición y perfusión y retrasando los procesos
degenerativos propios de la enfermedad. Algunos ejemplos de agentes
neuroprotectores podrían ser los antioxidantes, los antiinflamatorios,
algunos complejos vitamínicos, y ciertas moléculas que actúan como
neurotransmisores”.
El auge de la cirugía mínimamente invasiva en glaucoma: “Se
han desarrollado multitud de pequeños dispositivos implantables que ayudan al
filtrado del humor acuoso y a la reducción de la presión intraocular y/o del
número de colirios, aportando escasa manipulación quirúrgica y un buen perfil
de seguridad”. En este sentido, hay que recordar la importancia de otros
factores de riesgo relacionados con malos hábitos de vida como el consumo de
tabaco, obesidad y falta de ejercicio físico.
Gracias por vuestro trabajo. Aportamos aparte de los colirios
hipotensores, algunos antioxidantes del mercado, otros en vías de
investigación, la trimetazidina y el ginkgo biloba que son de gran utilidad con algunas mejoras en la OCT.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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