Cirugía de
cataratas y DMAE
Revisión de
las últimas evidencias sobre el efecto de la cirugía de cataratas en la
degeneración macular asociada con la edad.
Las cataratas y la degeneración
macular asociada con la edad son causas comunes de pérdida de visión que muchas
veces coexisten en pacientes de más de 65 años. Con el envejecimiento de la
población, aumenta la prevalencia de estas patologías. Esto destaca la
importancia de comprender la relación entre la cirugía de cataratas y la DMAE.
La cirugía de cataratas es uno de
los procedimientos más comunes en los Estados Unidos y Europa; se ha demostrado
ampliamente la eficacia de dicho procedimiento para mejorar la agudeza visual y
calidad de vida de los pacientes.
Aunque se siguen investigando
tratamientos efectivos para DMAE húmeda, con la introducción de agentes anti
factor de crecimiento endotelial vascular se revolucionó el tratamiento de la
DMAE neovascular y sus resultados.
La relación entre cirugía de cataratas
y DMAE ha sido estudiada ampliamente, aunque los resultados obtenidos en
estudios cruzados informan un aumento del riesgo de DMAE tardía después de
cirugía de cataratas; los basados en resultados clínicos no han encontrado
asociación.
El presente estudio intenta aportar
un breve resumen de las últimas pruebas relacionadas con dicha asociación, para
facilitar la toma de decisiones de los profesionales.
A pesar de que no está comprobado, existen
en teoría dos mecanismos que podrían conducir al desarrollo o progresión de
DMAE después de cirugía de cataratas: la toxicidad de la luz azul y la
inflamación.
La luz ultravioleta o azul provoca
fototoxicidad macular, las cataratas absorben la mayoría de las ondas cortas de
luz protegiendo la mácula de sus efectos nocivos.
Después de la cirugía de cataratas,
dicho filtro natural es reemplazado con el implante de LIO que proporcionan
menos protección contra la luz ultravioleta. Esto llevó a implementar el uso de
LIO amarillas que bloquean la luz azul, sin embargo no hay pruebas hasta hoy de
que esto dé resultado real.
La inflamación juega un
rol importante en la patogénesis de DMAE. La inflamación iatrogénica inducida
durante la cirugía de cataratas podría favorecer el desarrollo o progresión de
la DMAE. Esta teoría hubiese sido más probable con la antigua técnica de
cirugía de cataratas con extracción extracapsular, que provocaba mayor
inflamación que la facoemulsificación moderna.
Es importante tener en cuenta que
los estudios cruzados no pueden determinar una relación causa-efecto, sin
embargo en los últimos estudios cruzados con al menos 5 años de seguimiento hay
información que avala una asociación entre cirugía de cataratas y DMAE.
La discrepancia entre estos estudios
y los primeros puede deberse a la técnica quirúrgica diferente, avances en la
tecnología de diagnóstico (OCT) y diferencias entres las poblaciones
estudiadas.
Una revisión sistemática y
meta-análisis de cuatro estudios de 2015, por Kessel indicó que la agudeza
visual fue significativamente mejor en ojos con DMAE sometidos a cirugía de
cataratas que los ojos con DMAE no operados.
En casos de pacientes con DMAE
húmeda y cataratas, existe la preocupación de que la PIO fluctuante y la
inflamación asociada con la cirugía podría afectar las membranas neovasculares
coroidales preexistentes y estimular su desarrollo.
Los estudios consultados no
encontraron mayores diferencias en los resultados de pacientes operados y no
operados, aunque debe seguir investigándose el tema con mayor profundidad.
El estudio AREDS informó una mejora
significativa en la agudeza visual de ojos operados de cataratas con distintos
niveles de DMAE. AREDS informó sobre el riesgo de DMAE avanzada después de
cirugía de cataratas en 8050 ojos y los datos no mostraron ningún efecto claro.
Aunque es sabido que la calidad de
vida mejora notablemente después de cirugía de cataratas, no se sabe si los
pacientes con DMAE pueden esperar los mismos beneficios.
Stock encontró que la cirugía de
cataratas en ojos con DMAE, mejoró la función visual asociada con la calidad de
visual, aunque la recuperación de visión fue menor que en los controles. Los
pacientes con una agudeza visual preoperatoria de 20/40 o mejor mostraron una
mejoría similar a la de los pacientes sin patología retiniana.
Conclusiones:
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Una tomografía , OCT, previa a una cirugía de catarata, orientará y
ayudará a certificar un buen o mal pronóstico para la facoemulsificación.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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