Con la
llegada del periodo estival, son muchas las recomendaciones que se hacen
respecto al cuidado de la piel y el peligro a una exposición solar sin
protección. Sin embargo, existen otros órganos, como son los ojos, que necesitan tanta protección como la piel frente a los rayos solares.
"La
exposición a los rayos solares sin protección puede originar en la retina
lesiones fototóxicas como la maculopatía solar o la predisposición a padecer
degeneración macular asociada a la edad (DMAE)", que insiste en la importancia
de prestar especial atención a su cuidado frente a las quemaduras solares.
"Suele
ser habitual la aparición de conjuntivitis y queratitis y fototoxicidad
macular, especialmente en el caso de los niños debido a su poca prudencia y
falta de costumbre de usar gafas de sol en situaciones de máxima
exposición".
La retina
tiene una serie de pigmentos visuales como la melanina que intervienen en la
visión por lo que es necesario que se regeneren. La luz que llega a la retina
produce estrés oxidativo de modo que si la regeneración de los pigmentos
visuales no se produce adecuadamente se van acumulando otros como la
lipofuscina en cantidades anómalas, dando lugar a un daño progresivo y a un mal
funcionamiento de la retina.
Más del
60 por ciento de la radiación ultravioleta llega entre las 10 y las 14 horas,
especialmente si se está sobre la arena o en el mar ya que son superficies que
reflejan el 15 y el 25 por ciento respectivamente de la radiación ultravioleta.
Desde el
Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla recuerdan que es imprescindible utilizar
gafas de sol que filtren la luz ultravioleta y que a la hora de adquirirlas se
debe comprobar que
sean gafas homologadas con
certificado de calidad. Estos filtros suelen ir numerados del 0 al 4, siendo
estos últimos los que absorben hasta el 95 por ciento de la radiación
ultravioleta. Aquí, con un filtro 2-3 tenemos suficiente.
Asimismo,
especial precaución deben tener las personas que tienen los ojos claros con
poco pigmento, ya que más propensos a daños en la retina por exposición al sol.
Los ojos claros con poco pigmento tienen más facilidad para sufrir daños
fototóxicos en la retina.
"Hay
que recordar que los ojos poseen mecanismos naturales de defensa frente a la
radiación solar como es el parpadeo, la constricción pupilar, el cristalino,
los pigmentos naturales como la melanina en el iris o en la retina que filtra
la radiación ultravioleta", advierte.
Finalmente,
destaca que las lesiones de la superficie ocular son independientes del grado
de pigmentación del ojo y recuerda que "con la edad va disminuyendo este
pigmento natural, haciendo que seamos más vulnerables a los efectos de la
luz".
Prestad
atención a la higiene, a la protección con gafas de sol idóneas, y disponed de
un servicio de urgencias oftálmicas cerca, 690 755 268. Las personas mayores con
DMAE protegerse del sol.
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