Agentes
esteroides como triamcinolona y dexametasona están siendo cada vez más
utilizados para tratar el edema macular diabético. Sin embargo, aunque la
inyección intravítreo de triamcinolona ofrece ventajas significativas sobre el
láser, estas no duran más que unos pocos meses. Los agentes esteroides también
han sido administrados mediante implantes, lo que tiene la ventaja de la
liberación sostenida de la droga. De todas formas el efecto no dura más que
unos pocos años.
Lo mismo
sucedió en los estudios que compararon los implantes de dexametasona con
bevacizumab, aunque los resultados fueron igualmente buenos, no continúan en el
largo plazo.
El
tratamiento con esteroides combinado con láser aumenta los beneficios, aunque
este tipo de tratamiento solo es adecuado para ojos pseudofáquicos.
La
desventaja de los esteroides está en los efectos colaterales, según la dosis
utilizada. Al aumentar las dosis aumenta la incidencia de elevación de PIO,
requiriéndose medicación antiglaucoma para controlarla.
Otro de
los efectos es el deterioro de las cataratas. Varios estudios sobre tratamiento
con esteroides intravítreo informaron de la necesidad de extraer cataratas en
casi el 100% de los ojos sometidos al tratamiento.
Las
drogas antiinflamatorias no esteroides también han mostrado buenos resultado
para tratar el edema macular diabético. Este tipo de drogas bloquean la
síntesis de prostaglandinas y reduce la inflamación. Algunas, como el
diclofenac, inhiben además la síntesis de lipooxigenasa, replicando el
mecanismo de acción de los esteroides, lo que explicaría la eficacia similar.
El
diclofenac intravítreo ha mostrado lograr reducción del espesor de la mácula
central y mejoría de la agudeza visual comparable a triamcinolona intravítreo,
con la ventaja adicional de reducir la PIO en vez de aumentarla como suele
ocurrir con triamcinolona. Por lo tanto, diclofenac parecería ser tan eficaz
como el tratamiento con esteroides, pero sin efectos adversos.
Otra
opción quirúrgica, utilizada para tratar el edema macular diabético es la
vitrectomía. Al extraer el vítreo se reduce la permeabilidad vascular y se
alivia la tracción de la retina. La vitrectomía combinada con triamcinolona
intravítreo y fotocoagulación láser para ojos refractarios al tratamiento con anti
FCEV ha logrado mejoras significativas en la agudeza visual y espesor de la
mácula central. Lo mismo ocurre con ojos refractarios a tratamiento con
triamcinolona intravítreo, tienen buena respuesta una vez que se realiza
la vitrectomía y luego de repetir la inyección de triamcinolona, con mejora de
la agudeza visual y 77,5% de resolución del edema macular diabético.
El efecto
no ha sido el mismo en ojos refractarios al tratamiento de fotocoagulación
láser.
Se están
desarrollando más tratamientos innovadores contra el edema macular diabético.
Un ensayo clínico publicó resultados de la investigación con una nueva droga
MP0112, lográndose buenos resultados en cuanto a agudeza visual, de acuerdo con
las dosis empleadas. La vida media de la droga es de más de 12 semanas por lo
cual es necesario realizar ensayos controlados aleatorizados para evaluar la
posibilidad de su uso para tratar edema macular diabético. Otra droga que está
en investigación con potenciales buenos resultados es PF-04523655.
Por otro
lado hay un tratamiento no medicinal, la fotobiomodulación. Un estudio de casos
tratados diariamente durante dos meses, consiguieron una reducción de 20% en el
espesor macular. Sin embargo, los casos que participaron de la investigación
solo fueron casos de edema que no involucraba la mácula central.
Otro
tratamiento es el de inyecciones de interferon alfa. Esta droga inhibe el FCEV
y otras citoquinas. Hasta ahora solo se ha probado en un informe de casos, con
buenos resultados, deberá seguir investigándose para determinar su
eficacia.
Además de
los tratamientos localizados, existen terapias sistémicas que han mostrado
resultados positivos. Por ejemplo el tratamiento con ácido fenofíbrico,
teniendo en cuenta que el control de la dislipidemia es ventajoso para el edema
macular diabético. Un artículo informó una reducción 31% en la necesidad de
realizar tratamiento laser tanto para edema macular diabético como para
retinopatía diabética proliferativa.
Otro
tratamiento sistémico es la eritropoyetina, pareciera que esta tiene un efecto
protector en los ojos afectados con edema macular diabético, ya que mejora la
función de la barrera hematorretiniana y protege contra los efectos del
FCEV.
Debido a
que el poco control de la presión sanguínea es uno de los principales factores
de riesgo de desarrollo de retinopatía diabética, el inhibidor enzima
convertidora de angiotensina podría tener efectos positivos contra el edema
macular diabético. Sin embargo, lo interesante es que este efecto se logra a
pesar de que no haya cambios significativos en la presión sanguínea, lo que
indica que la mejora se logra por otro mecanismo.
Es
importante tener en cuenta que también hay tratamientos que son nocivos para el
edema macular diabético.
Recientemente
se ha cuestionado el uso de glitazonas para tratar la diabetes. A pesar de que
mejoran los niveles de glucosa en sangre, empeora el edema macular diabético.
La insulina,
otro de los tratamientos más importantes de la diabetes, también podría causar
empeoramiento del edema macular diabético justo en el comienzo de este, aunque
los efectos adversos de la insulina sobre el edema son de corto plazo y sus
ventajas en cuanto al control de la glucosa superan dichos efectos
adversos.
El edema
macular diabético es una secuela de la diabetes, siempre habrá una asociación
entre el control del nivel de glucosa en sangre y el deterioro del edema.
La anemia
es otro factor que afecta el edema macular diabético. Esto explicaría por qué
la eritropoyetina sistémica mejora el edema. Al mejorar el nivel de
hemoglobina, aumenta la oxigenación de la retina y baja la producción de FCEV.
La
hipertensión también aumenta el riesgo de desarrollo y progresión de
retinopatía diabética, por lo cual su control es importante para el tratamiento
del edema macular diabético.
La
dislipidemia afecta de manera negativa el edema macular diabético.
Específicamente, al mejorar el control de colesterol LDL también mejora el
edema.
Asimismo,
las patologías renales deterioran el edema macular diabético, esto puede
asociarse a la retención de líquidos causada por dichas patologías.
Durante
el embarazo se producen una serie de cambios fisiológicos, uno de los cuales,
desafortunadamente, es la rápida progresión de la retinopatía diabética. No
obstante, es un efecto transitorio y no aumenta el riesgo de progresión a largo
plazo.
El edema
macular diabético es la manifestación ocular de la diabetes y tiene
posibilidades de causar pérdida visual significativa. Sin embargo, se han
desarrollado varios tipos de tratamientos para tratarlo, cada uno con sus
ventajas y desventajas. Además, en los últimos años se han desarrollado nuevos
tratamientos con resultados prometedores. A pesar de la elección de un
tratamiento determinado, es importante también tratar las patologías sistémicas
coexistentes.
Estamos
de acuerdo; estamos esperando una triamcinolona con efectos secundarios
reducidos. O un AAG más específico de la patogenia diabética.
OFTALMÓLOGO
ESTEPONA
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