Las enfermedades cerebrales se
manifiestan en la retina
La retina puede ser considerada una
parte integral del sistema nervioso central.
Las enfermedades que se originan en el sistema nervioso
central (SNC) pueden manifestar cambios patológicos en la retina, según se
desprende de un estudio publicado en "Human Molecular Genetics"
realizado por la Universidad del Este de Finlandia, que abre la puerta a la
utilización nuevas herramientas para detección de enfermedades neuronales.
El estudio, que ha sido realizado en un modelo animal,
sugiere que los cambios en la retina -provocado por enfermedades del sistema
nervioso central - pueden ser incluso detectados antes de los cambios en el
cerebro. Además, los resultados obtenidos de un modelo de ratones muestra que
el examen del ojo podría ser utilizado como una herramienta de detección no
invasiva.
La retina es un tejido sensible a la luz que recubre la
parte posterior del ojo, y puede ser considerada una parte integral del sistema
nervioso central (SNC). La estructura y la función de la retina pueden ser
examinadas fácilmente con métodos no invasivos o mínimamente invasivos,
mientras que la investigación del cerebro tiene numerosas limitaciones a la
hora de un abordaje directo.
Los investigadores señalan que si el estado de salud del
cerebro pudiera evaluarse indirectamente a través de los ojos, el cribado
diagnóstico de las enfermedades del cerebro podría ser más eficiente.
Concretamente, la investigación realizada por el equipo del Dr. Henri Leinonen
ha estudiado las anomalías funcionales de la retina utilizando modelos de ratón
de enfermedades del sistema nervioso central humano mediante la
electrorretinografía (ERG) y pruebas de potenciales evocados visuales (VEP) -
dos metodologías que se pueden aplicar de manera similar tanto en animales de
laboratorio y seres humanos-.
Estos métodos se utilizaron para probar diferentes
atributos de visión en tres distintos modelos de ratones genéticamente
modificados de enfermedades del sistema nervioso central en humanos. Además, se
utilizaron métodos básicos para probar la correlación entre las anormalidades
funcionales y la situación anatómica de la retina.
Los cambios funcionales de la retina se encontraron en
tres modelos de ratón de enfermedades del sistema nervioso central cuyo
fenotipo, edad de inicio y mecanismo patológico difieren claramente unos de
otros. La deficiencia visual fue el síntoma progresiva rápido en dos modelos
probados. Los resultados apoyan la idea de los exámenes oculares como
potenciales herramientas de cribado para enfermedades del sistema nervioso
central.
Los expertos recuerdan que el desarrollo de herramientas
de evaluación eficaces, seguros y económicos para las enfermedades del sistema
nervioso central es imprescindible, ya que el diagnóstico de estas enfermedades
a menudo se obtiene sólo en el estado de enfermedad avanzada.
En el modelo de ratón de la enfermedad de Huntington se
observó diferencias en la visión de día y de color mientras que el ratón era
presintomático. La estructura de la retina se mantuvo relativamente normal,
incluso en un estado de enfermedad avanzada, aunque la agregación de la
proteína asociada a la enfermedad estaba muy extendida en la retina del ratón
enfermo. Aunque la retinopatía en ratones se ha exagerado en comparación con
los pacientes en Huntington humanos, el hallazgo concuerda en parte con los
datos de pacientes que muestran deterioro del color en la visión, pero sin
retinopatía anatómica clara.
En un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer, los
investigadores observaron anomalías en la visión asociada la función retiniana
de noche. En concreto, las respuestas de la retina interna a destellos de luz
tenue eran más rápidos en ratones enfermos que en sus controles sin enfermedad.
La observación puede explicarse por una alteración de la neurotransmisión
colinérgica, que también es causal en parte por el deterioro de la memoria en
Alzheimer.
En un modelo de ratón de con lipofuscinosis neuronal
ceroidea infantil (NCL, por sus siglas en inglés) los investigadores describieron
cambios degenerativos de la retina que imitan la patología característica de la
degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Estos incluyen alteración de la
función del epitelio pigmentario de la retina y la ceguera subsiguiente debido
a la atrofia de los fotorreceptores y la muerte. Se ha postulado que la
degeneración de la retina en pacientes humanos que progresa de manera similar.
Es habitual en consulta una campimetría neurológica,
estudio detenido de los pares craneales, un ERG y unos potenciales, y una OCT (
para nosotros de capital importancia ) para detectar drusas y el estado de las
fibras nerviosas de la retina. Llevamos unos 8 años trabajando en y con ello, y
pocas veces estamos desorientados en el diagnóstico ( obviamente complementado
con otros estudios neurológicos).
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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