Reaplicación de povidona yodada: protocolo para prevenir la endoftalmitis
La endoftalmitis tiene un pequeño riesgo de desarrollarse, pero cuando lo
hace, las consecuencias oculares son devastadoras. Para reducir aún más ese
riesgo, se evaluaron los efectos de diferentes protocolos asépticos para
determinar la incidencia de endoftalmitis después de inyecciones intravítreas.
Los investigadores encontraron que prevenir el contacto entre el párpado
y el sitio de inyección después de la aplicación final de povidona yodada
resultó en una disminución sustancial en la tasa de incidencia de la infección.
La aplicación de povidona yodada ha sido citada como el paso más
importante para prevenir la endoftalmitis, señaló Joshua Levinson, MD. Con esto
en mente, él y sus colegas, Richard Garfinkel, MD, y Daniel Berinstein MD, se
propusieron analizar los protocolos asépticos utilizados entre los médicos de
su institución.
"El objetivo final era mejorar la seguridad después de las
inyecciones para nuestros pacientes", dijo el Dr. Levinson, miembro del
Hospital de la Universidad de Georgetown, Washington Hospital Center y The
Retina Group of Washington.
En esta serie retrospectiva de casos y controles, se preparó a los
pacientes antes de la inyección intravítrea que comenzó con la aplicación de
tetracaína tópica, y povidona yodada al 5% en los párpados y las pestañas, y
para enjuagar la conjuntiva y los fórnices. El ojo se cerró y se cubrió con un
parche estéril hasta el momento de realizar la inyección intravítrea.
Una encuesta de los médicos identificó cuatro rutas distintas con
respecto a la reaplicación de la povidona yodada, informó el Dr. Levinson.
Estas prácticas fueron la ausencia de reaplicación de la povidona yodada, la
reaplicación de la povidona yodada sin posicionamiento de un espéculo del
párpado, la reaplicación de la povidona yodada antes de la colocación del
espéculo del párpado, y la reaplicación de la povidona yodada después de la
colocación del espéculo del párpado.
Además de la povidona yodada, el análisis de factores de riesgo
multivariante también consideró cómo el uso de guantes, el uso de un calibrador
para marcar el sitio de inyección y los medicamentos inyectados podrían haber
afectado los hallazgos.
Se analizaron un total de 37,646 inyecciones de fármacos anti-factor de
crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF), y esteroides, realizados por 27
especialistas en retina en 2016. "De estas inyecciones, identificamos 33
infecciones de supuesta endoftalmitis infecciosa después de las inyecciones,
para una prevalencia general de 0.088%", dijo el Dr. Levinson.
En el análisis de los médicos que volvieron a aplicar povidona yodada
después de la colocación del espéculo del párpado, el Dr. Levinson informó una
"reducción drástica" en la incidencia de endoftalmitis a 0.017%, que
es aproximadamente 1 caso en 6.000 pacientes (P = 0.004).
Al tomar en el análisis , como usaban el espéculo del párpado , que estaba separado
de la povidona yodada, se observó una variente mejorada. "Cuando miramos a
los médicos que realizaron las inyecciones utilizando el espéculo del párpado,
encontramos que tenían aproximadamente la mitad de la incidencia de
endoftalmitis (0,065%), en comparación con aquellos que no insertaron un
espéculo del párpado (0,131%), que fue un diferencia ", dijo el Dr.
Levinson.
Agregó que este hallazgo contrastaba con la mayoría de los informes
publicados de que el uso de un especulo palpebral es innecesario.
Cuando los investigadores observaron a los médicos que no volvieron a
aplicar povidona yodada, el espéculo del párpado dejó de tener un efecto
protector. "Esto sugiere un efecto sinérgico entre el aislamiento de los parpados
de la conjuntiva y la reaplicación de la povidona yodada", enfatizó el Dr.
Levinson.
También señaló que las técnicas alternativas para aislar los párpados,
como la retracción palpebral bimanual, no se estudiaron, pero pueden ser
alternativas aceptables siempre que se evite que el párpado contacte con el
sitio de la inyección.
La conclusión del estudio fue que la aplicación de povidona yodada
adicional después de la colocación del espéculo del párpado redujo
significativamente la incidencia de endoftalmitis después de las inyecciones
intravítreas.
"Recomendamos que sea cual sea la técnica aséptica utilizada, no se
permita que el párpado esté en contacto con el sitio de inyección después de la
aplicación final de povidona yodada", concluyó el Dr. Levinson.
"Desde que comenzamos este estudio, se administraron 16,000 inyecciones
adicionales después de que compartimos los hallazgos con nuestros colegas, y
notamos una disminución del 37% en la incidencia de endoftalmitis".
Buen y amplio trabajo, con resultados prácticos. Povidona antes y tras
poner el blefaróstato. Gracias
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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