Ahora
hay mucha evidencia para confirmar que una dieta saludable juega un papel
importante en la salud de la retina, según Cécile Delcourt PhD, directora de
investigación en el Centro de Investigación de Salud de la Población de Burdeos
en Francia.
El
Dr. Delcourt presentó una visión general de la investigación hasta la fecha con
respecto a las amenazas nutricionales y los beneficios para la retina en el XIX
Congreso Anual de EURETINA en París.
Los
nutrientes más estudiados son los antioxidantes (vitamina E, vitamina C y
zinc), los pigmentos maculares luteína y zeaxantina, y los ácidos grasos
omega-3.
"Aunque
la mayor parte de la investigación ha involucrado nutrientes específicos
involucrados en la salud de la retina, encuentro que concentrarse en los
perfiles dietéticos, en lugar de nutrientes individuales, es más efectivo e
interesante".
Esto
se debe al probable efecto sinérgico de los diferentes componentes
nutricionales en una dieta completa, en lugar de la suplementación seleccionada
de micronutrientes.
El
Dr. Delcourt citó la dieta mediterránea, que se asocia con la longevidad, y el
riesgo reducido de enfermedad cardiovascular y deterioro cognitivo. "La
dieta mediterránea es rica en micronutrientes y ácidos grasos esenciales, como
el omega-3, que han demostrado ser beneficiosos para la salud de la
retina".
Los
altos niveles plasmáticos de omega-3 están asociados con un riesgo 40% menor de
AMD avanzada. Los micronutrientes incluyen vitaminas, carotenoides y
polifenoles.
El
análisis post-hoc del Estudio de enfermedades oculares relacionadas con la edad
(AREDS) mostró que el riesgo de progresión a DMAE avanzada se redujo en un 26%
en aquellos que eran muy adherentes a la dieta mediterránea, y que este efecto
era más fuerte en individuos que tenían un alto riesgo genético de desarrollar
AMD avanzada. El proyecto EyeRisk demostró un efecto aún más fuerte (41%),
basado en el Estudio de Rotterdam y el Estudio Alienor.
"La
dieta mediterránea se basa en una rica tradición culinaria que es variada,
colorida y sabrosa". "No es una dieta restrictiva que se centre en
contar calorías, sino que se pueda cumplir durante un largo período de tiempo".
La
adherencia a estas dietas se mide a través de cuestionarios. Sin embargo, estos
son largos y tediosos de completar, y son una evaluación subjetiva, lo que los
hace susceptibles a sesgos de informe. Pero hay pruebas más nuevas y precisas
para determinar los niveles plasmáticos de ciertos nutrientes, llamados
biomarcadores nutricionales, que son rápidos, objetivos y precisos.
"La
medición de biomarcadores nutricionales podría ayudar a identificar a las
personas con deficiencias nutricionales y podría ayudar a controlar las
intervenciones nutricionales".
Bien,
pero aporta muy poco. Gracias, ya sabemos el valor de los antioxidantes, pero
necesitamos porque se necesitan, y adelantarnos a una DMAE ya establecida.
OFTALMÓLOGO
ESTEPONA
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