Revisión de 10 años de infecciones oculares
Se compararon
características de las adquiridas en internación hospitalaria, y adquiridas en
la vida social
El Staphylococcus aureus es un patógeno común e
importante causa de infecciones oculares hospitalarias. Es, además, una
bacteria capaz de desarrollar rápida resistencia a nuevos antibióticos. La
resistencia a la meticilina se informó tan solo dos años después de introducido
dicho antibiótico.
La resistencia de Staphylococcus aureus a
meticilina se informó por primera vez en 1960 y desde entonces se ha convertido
en un problema de salud creciente. Normalmente, las infecciones por
staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) están asociadas a
instituciones hospitalarias, pero desde principios de 1990 se ha informado una
nueva cepa asociada a infecciones comunitarias.
Las infecciones informadas van desde
blefaroconjuntivitis leve a problemas que comprometen la visión como celulitis
orbital, endoftalmitis y queratitis infecciosa. El objetivo del presente
estudio fue identificar la tendencia epidemiológica, la demografía de los
pacientes, tipo de presentación y susceptibilidad a los antibióticos de
infecciones SARM y ver el régimen de tratamiento y resultados visuales de las
infecciones SARM en esta población.
Se revisaron retrospectivamente casos de
infecciones oculares positivas a SARM en un centro de ojos de tercera edad,
entre julio 2005 y junio 2015.
Al igual que la tendencia mundial, el presente
estudio reveló un porcentaje creciente de infecciones oculares SARM tanto en
hospital como en la comunidad, en Hong Kong. La proporción en una sola
institución varió de 3% a 64%. En comparación, nuestro centro presentó un
porcentaje relativamente bajo (12,3%). Desde la implementación de varias
medidas preventivas la cantidad de casos se ha mantenido estable. Desde 2008,
los porcentajes en hospitales han ido disminuyendo.
En cuanto a las infecciones SARM adquiridas en
la comunidad, desde 2007 el porcentaje ha aumentado de 2,5 cada 100000 a 13,8
cada 100000 en 2013. En el presente estudio, no solo se demostró una tendencia
de aumento de casos de SARM comunitarios, sino que además se identificó que los
más susceptibles a dicha infección son jóvenes sanos. Fue interesante observar
que 40% de los pacientes jóvenes sanos con SARM comunitario presentaban eczema
coexistente.
Este tipo de infección difiere de la intra
hospitalaria en su presentación. Suele causar absceso en el parpado con
celulitis asociada, mientras que la intra hospitalaria se presenta con
blefaritis o conjuntivitis. Aunque no se observaron casos con pérdida visual en
esta serie, en la literatura se han informado casos de celulitis orbital,
endoftalmitis y queratitis infecciosa.
Asimismo hay importantes diferencias en cuanto a
la susceptibilidad a los antibióticos entre los dos tipos de infección por
SARM. En contraposición a la alta resistencia a las fluoroquinolonas en la
infección intra hospitalaria, la comunitaria es altamente susceptible. Aunque
existen diferencias geográficas, en nuestra localidad se recomienda comenzar
con cloramfenicol y ácido fusidico, que se consiguen fácilmente y
proporcionan una amplia cobertura para ambos tipos de infecciones por
SARM.
En la presente serie se observó además que las
infecciones intra hospitalarias requieren tratamientos más prolongados y tienen
mayor tendencia a la recurrencia a los 14 días de terminado el tratamiento. A
pesar de todo esto, se pudo demostrar que la mayoría de los casos del presente
estudio pudieron ser tratados eficazmente sin recurrir a vancomicina. Limitar
el uso de vancomicina para casos refractarios o graves podría ayudar a retardar
la aparición de cepas resistentes. Además de tratar la infección los
profesionales deben controlar y limitar la trasmisión de la misma entre
pacientes mediante medidas de higiene apropiadas.
Las infecciones por SARM adquiridas en la
comunidad presentan un organismo genéticamente distinto con una presentación
distinta y diferente sensibilidad a los antibióticos que la infección intra
hospitalaria. A pesar del aumento de los patrones de resistencia, se demostró
que las infecciones oculares por SARM pueden tratarse eficazmente sin recurrir
a vancomicina, limitando el uso a casos refractarios o graves con amenaza de la
visión.
En nuestra casuística, el uso de acido fusídico,
junto al cloranfenicol en pomada, es altamente eficaz para un 84 %. Y usamos la
vancomicina en gotas y/o pomada para el resto.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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