Herpes zoster ocular
Investigación
sobre incidencia actual y nuevos métodos para combatir el herpes zoster ocular.
El Herpes zoster se produce por la reactivación
del virus varicela-zoster en personas que tuvieron varicela y cada año se
producen 1,2 millones de nuevos casos en los Estados Unidos. La demografía ha
ido cambiando últimamente y se han identificado nuevos factores de riesgo.
Para los oftalmólogos, el herpes zoster
ophtalmicus (HZO) sigue poniendo en peligro la visión de los pacientes. Para
combatir la pérdida de visión provocada por HZ se requieren diversas
intervenciones desde la vacunación a un potencial tratamiento supresor a largo
plazo.
Aunque se cree que el HZ es una enfermedad de
las personas mayores o inmunosuprimidas, frecuentemente se da en pacientes más
jóvenes y más del 90% de los afectados son personas inmuno-competentes. Su
incidencia ha ido aumentando a un ritmo de 2,5% por año, según un estudio del
condado de Olmstead y la edad fue disminuyendo, también en el HZO.
Aunque se ha sugerido que este aumento de la
incidencia es resultado de la vacuna, dicha tendencia comenzó antes de que se
practicara la vacunación en niños. En Europa, la vacuna no está difundida y el
aumento es similar.
Los
oftalmólogos debemos recordar que se trata de una patología sistémica. La
varicela puede residir en cualquier ganglio por lo que las complicaciones
pueden variar desde la sordera a paraparesis y neuropatías motoras.
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La neuralgia post-herpética, dolor hasta tres
meses después del inicio del zoster, es una de las complicaciones más comunes y
ocurre en aproximadamente 30% de los pacientes con HZO, especialmente pacientes
mayores y es la causa más común de suicidio por dolor en personas mayores de 70
años.
Las complicaciones del HZO incluyen: dermatitis
vesicular, celulitis preseptal, distintos tipos de queratitis, queratopatía
neurotrofica, uveítis, glaucoma, retinitis, coroiditis y neuritis óptica. Sin
embargo, las complicaciones que involucran pérdida de visión como la queratitis
ocurren solo en 12%.
Más preocupante es que aún con tratamiento
adecuado, 25% de los pacientes experimentan una enfermedad crónica o
recurrente. El índice general de recurrencia es de 51%, lo que puede llevar una
morbilidad visual significativa.
De acuerdo con la Academia Americana de
Oftalmología la primera línea de defensa contra esta patología es la
vacunación. La vacuna Zostavax fue aprobada por la FDA en 2006 para uso en
personas mayores de 60 años. La edad se redujo a 50 años en 2011.
Sin embargo, la tasa de vacunación es baja en
personas inmunocompetentes de más de 60 años, solo 31% en 2015. Los pacientes
inmunosuprimidos no pueden recibir la vacuna. Ha habido casos de complicaciones
posteriores a la vacunación, sin embargo, de todas formas la vacuna es eficaz.
Más recientemente la FDA aprobó la vacuna
Shingrix, en octubre de 2017, para inmunocompetentes mayores de 50 años. Aunque
esta vacuna no contiene virus vivo, no hay recomendaciones para su uso en
inmunosuprimidos. Se ha demostrado que la nueva vacuna es 97% eficaz en todos
los grupos entre 50 y 69 años, y 91% de eficacia en mayores de 70 años.
Conservando su eficacia en 88% por cuatro años y
hasta 15 años. Es además 91% eficaz contra la neuralgia post herpética. El
Comité asesor sobre prácticas de inmunización ha recomendado que los adultos
que recibieron Zostovax vuelvan a vacunarse con Shingrix. Esta última ha
probado ser más costo-eficaz que Zostovax, a pesar de que son necesarias dos
dosis.
Hasta ahora solo se ha informado un caso de
recurrencia con Shingrix. Como hubo casos de reactivación de zoster oftálmico
después de Zostavax, debemos ser conscientes de que la posibilidad existe
también para Shingrix.
La segunda línea de defensa, ya que la patología
seguirá existiendo a pesar de la eficacia de la vacuna, es el tratamiento con
altas dosis de antiviral durante una semana, dentro de las 72 hs. desde el
comienzo de la erupción. Esta intervención disminuye la probabilidad de pérdida
visual y otros resultados adversos.
Para los oftalmólogos el problema comienza con
los síntomas oculares. Para la cornea y segmento anterior, hay una compleja
combinación de antivirales y esteroides tópicos. Aunque la mayoría de los
episodios tienen tratamiento, la enfermedad crónica y recurrente afecta a 25%
de los pacientes.
Para la queratitis estromal, que es
uno de los problemas visuales más importantes de la cornea, es necesario a
veces un delicado equilibrio de esteroides, y aún así, el paciente puede perder
visión. La queratitis estromal es recurrente en 20% de los ojos con HZO.
Aunque no hay estudio al respecto, una encuesta
de 2012 indica que 56% de especialistas en cornea creen que la profilaxis
prolongada con antiviral oral puede reducir la recurrencia de HZO. Además, 28%
cree que la recurrencia de HZO puede reducirse luego de un periodo de
administración de aciclovir.
Un estudio retrospectivo reciente utilizó dosis
bajas de valanciclovir 500mg diarios o aciclovir, 400 mg dos veces por día y
observo que reducía los episodios de inflamación en 35% de los pacientes con HZ
y 39% de los pacientes con herpes simple, lo que indicaría que el uso
prolongado podría evitar la recurrencia de HZ como ocurre con herpes simple.
Para responder a todas estas preguntas se diseñó
el Estudio de herpes zoster ocular, con la esperanza de poder encontrar buenas
pruebas sobre cómo tratar esta patología. En virtud de las consecuencias que
puede tener el HZ para la visión, los oftalmólogos deberían recomendar la
vacuna como medida preventiva.
La primera línea de
defensa contra el herpes zoster ophtalmicus, sería la vacuna, la segunda
línea de tratamiento contra HZ es conocida, pero la tercera línea para evitar
la patología crónica, sigue en investigación.
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Vamos
a por la vacuna. Sin duda es el futuro para muchas patologías . Hace ya mas de
200 años que Jenner trato la viruela, que no varicela-zoster; demos un paso al
frente.
OFTALMÓLOGO
ESTEPONA
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