La falta de luz
natural puede repercutir en la salud ocular
El uso abusivo de pantallas y dispositivos
electrónicos puede producir sequedad ocular e incluso derivar en un aumento de
la incidencia de miopía en gente joven.
Una de las
consecuencias del confinamiento es que estamos privados de luz natural
durante muchas horas. A ello se suma un mayor uso de pantallas y dispositivos
electrónicos. Todo ello puede provocar diversas alteraciones en nuestros ojos
y repercutir en la salud ocular. Ante cualquier duda es recomendable
consultar con un especialista, sobre todo si detectamos pérdida de visión. En
el Hospital Vithas Madrid Arturo Soria se han establecido protocolos
específicos para preservar la salud de los pacientes. En el área de consultas
solo se atiende a personas sin sospecha de covid-19 y se espacian las citas
para evitar que coincidan varias personas en la sala de espera, por ello los
especialistas inciden en la importancia de no pasar por alto un problema de
salud relacionado con la salud ocular.
Además, determinados
síntomas podrían relacionarse con la covid-19: “puede producir alteraciones
oculares como conjuntivitis, como ya se ha descrito en varias publicaciones
científicas”, por ello recomienda vigilar, tanto en pacientes diagnosticados,
como en sospechosos, la aparición de enrojecimiento ocular, lagrimeo,
irritación y secreciones. En caso de presentar este cuadro la especialista recomienda
acudir a Urgencias donde evaluarán la necesidad de realizar una valoración
por parte de un oftalmólogo.
En
cualquier caso, al permanecer más tiempo en nuestros hogares pueden aparecer
síntomas momentáneos. “Nuestro sistema
ocular está pensado para enfocar y ver bien de lejos y ahora casi toda
nuestra actividad se basa en la visión cercana, por lo que, en la medida de
lo posible, deberíamos intentar enfocar de lejos varios momentos al día, a
través de una ventana o terraza, si puede ser con exposición de luz natural,
mejor, de forma que nuestro sistema ocular se relaje en algunos momentos”.
En el caso
de estar teletrabajando, se recomienda programar descansos de unos 10-15
minutos cada dos horas mirando a través de una ventana: “Si al realizar esto
notamos que nos cuesta enfocar de lejos no hay que preocuparse, es
perfectamente normal. El músculo ciliar del ojo está muy contraído del
esfuerzo realizado y tardará unos minutos en relajarse y, por tanto, nosotros
en notar que volvemos a ver nítido”. Además, la especialista añade que,
aunque esto no afecta a la presbicia, es verdad que, personas que eran
capaces de acomodar la vista sin necesidad de gafas por una presbicia
incipiente, pueden notar un mayor aumento de la necesidad del uso de
corrección óptica, por el sobreuso de la visión cercana que estamos
comentando.
La
sensación de sequedad, o incluso de tener arenilla dentro de los ojos, es
normal y se debe también a las circunstancias del confinamiento. “Si la
sensación llega a ser muy molesta, además de aumentar el parpadeo de forma
voluntaria, podemos utilizar lubricantes oculares (lágrimas artificiales) que
contengan ácido hialurónico para lubrificar la superficie y disminuir las molestias
derivadas de toda esta situación”.
En el caso
concreto de los niños, también es habitual un mayor uso de dispositivos
electrónicos durante el confinamiento, por ello es recomendable que no haya
un abuso de las pantallas: “un uso continuado puede derivar en un aumento de
la incidencia de miopía en gente joven, también sensación de sequedad ocular
e incluso dificulta que se puedan entretener en otras tareas mucho más
beneficiosas para ellos, como puede ser dibujar, realizar manualidades, leer
sobre papel”.
Apuntes
certeros y de sentido común.
OFTALMÓLOGO
ESTEPONA
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