Ahora estamos en un periodo contagioso por adenovirus, tanto de vias respiratorias como en el ojo.
Los adenovirus son un grupo de virus
que típicamente causan enfermedades respiratorias como resfriados,
conjuntivitis (infección ocular), difteria, bronquitis o neumonía. En los
niños, los adenovirus generalmente causan infecciones en los tractos
respiratorio e intestinal. Considere los siguientes datos sobre los adenovirus:
Las infecciones en los niños se pueden
producir en cualquier edad.
Las infecciones respiratorias por
adenovirus se producen con mayor frecuencia al final del invierno, durante la
primavera y a inicios del verano. Las infecciones del tracto intestinal pueden
presentarse en cualquier momento del año.
Las infecciones del tracto digestivo
son más comunes entre los niños menores de 4 años.
La mayoría de los niños han tenido
alguna forma de la infección antes de los 10 años.
A continuación se presentan los modos
más comunes de transmisión de los adenovirus:
Las infecciones respiratorias ocurren al producirse un contacto con material infeccioso de otra persona u objeto inanimado. Las secreciones del tracto respiratorio pueden contener el virus. El virus también puede sobrevivir durante varias horas sobre los objetos inanimados (perillas de puertas, superficies duras, juguetes).
La transmisión de la cepa del virus que provoca infección del tracto digestivo generalmente se produce por contacto fecal-oral. Normalmente este contacto sucede por manos mal lavadas o por ingestión de comida o agua contaminadas.
La mayoría de las infecciones por
adenovirus son leves y presentan pocos síntomas. La siguiente tabla describe
los síntomas más comunes de las infecciones por adenovirus. Sin embargo, cada
niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
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síntomas de un resfriado - goteo
nasal
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aparición repentina de diarrea acuosa
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dolor de garganta
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fiebre
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fiebre
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sensibilidad abdominal
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tos severa
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vómitos
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inflamación de ganglios linfáticos
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dolor de cabeza
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sensación de malestar
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tos "ronca" e improductiva
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Los síntomas de los adenovirus pueden
parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Siempre consulte al
médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
No existe cura para las infecciones por
adenovirus. Si un niño tiene infección, el tratamiento es de apoyo y se centra
en aliviar los síntomas asociadas con el trastorno. Debido a que un virus causa
la infección, los antibióticos no son eficaces.
El tratamiento de la infección
respiratoria puede incluir:
Es muy importante que mantenga al niño
hidratado administrándole líquidos por vía oral. Si es necesario, se pueden
administrar al niño líquidos y electrolitos esenciales por vía endovenosa (IV).
Es importante rehidratar al niño con agua, fórmula (leche infantil), leche materna y/o líquidos especiales con contenido de electrolitos (líquidos que contienen glucosa y sales) . NO se debe hidratar a los niños muy pequeños con refrescos, jugos ni bebidas deportivas.
Continúe administrando alimentos
sólidos a su hijo si los tolera. Algunos niños pueden desarrollar una
deshidratación lo suficientemente grave como para requerir internación.
El lavado de manos meticuloso es
importante para prevenir la propagación de los adenovirus a otros bebés, niños
y adultos. Si su niño está internado, los trabajadores de la salud usarán
indumentaria con aislación especial (batas y guantes), cuando ingresen a la
habitación del niño.
Considere las siguientes complicaciones
que se pueden presentar debido a una infección por adenovirus. Consulte al
médico de su hijo para obtener más información.
Los niños que desarrollan neumonía
debido a un adenovirus pueden presentar enfermedad pulmonar crónica. No
obstante, esta consecuencia es poco frecuente.
Los niños con un sistema inmune
debilitado están expuestos a desarrollar infecciones por adenovirus más graves.
Una complicación severa de los
adenovirus que provocan infección intestinal es la invaginación intestinal
(bloqueo intestinal que se produce cuando una porción del intestino se pliega
penetrando en otro segmento como un telescopio). Este caso es una emergencia médica
y ocurre con mayor frecuencia en los bebés. Los síntomas de la invaginación
intestinal pueden incluir heces sanguinolentas, vómitos, hinchazón abdominal,
flexión de las rodillas sobre el tórax, fuertes gemidos a causa del dolor,
debilidad y letargo.
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La QC epidémica con frecuencia es causada por adenovirus del subgénero D. Presenta una alta
transmisibilidad y el período de incubación es de 8 a 12 días. El ADV es
transmitido de persona a persona por distintos mecanismos, tales como fomites,
inoculación directa en la conjuntiva a través de instrumentos como los
tonómetros de contacto, dedos y soluciones. Dentro de las falencias de nuestro
estudio debemos mencionar que no se buscó la presencia de adenovirus en el
instrumental oftalmológico utilizado.
La
evolución de la QCE sigue un patrón claramente establecido como la secuencia de
queratitis epitelial superficial, queratitis epitelial profunda (día 8) e
infiltrados subepiteliales (día 16). El cuadro clínico de querato-conjuntivitis
dura 3 a 4 semanas y es autolimitado. Sin embargo, algunas cepas que
frecuentemente producen cuadros de QCE autolimitadas, pueden evolucionar con
complicaciones y persistencia de lesiones corneales por varias semanas, como se
observó en cuatro pacientes de este estudio.
El
tratamiento actual para la QCE es sintomático. No hay fármacos antivirales
disponibles actualmente para el tratamiento de infecciones por ADV. (el ganciclovir
en gel oftalmico sí es válido). Por lo tanto, la prevención es la principal
medida de tratamiento.
Es
importante considerar al médico como un potencial vector en la transmisión del
virus. En base a la descripción de esta serie de casos de QCE con participación
de médicos, se enfatiza la necesidad de aplicar estrategias de prevención
después de examinar a cualquier paciente, y especialmente en aquellos con
sospecha de infección por ADV.
Existen
medidas de prevención estándares como son el lavado de manos después del examen
de cada paciente. Para examinar a pacientes con sospecha de infección por ADV
se recomienda el uso de guantes o el uso de cotones de algodón para manipular
los párpados, en lugar de hacerlo con los dedos. Para evitar el contagio a
través de las gotitas a menos de un metro se recomienda que el paciente use
mascarilla durante el examen oftalmológico en la lámpara de hendidura.
La
desinfección del instrumental como lentes de prueba, tonómetros de contacto y
elementos del microscopio en contacto directo con el paciente, como manillas,
men-tonera, cintillo frontal, mesa de la lámpara de hendidura y binoculares,
con gluconato de clorhexidina o isopropil alcohol al 70%, también han
demostrado ser una medida efectiva22. Así mismo debe tenerse
especial cuidado con el uso de los dispensadores de gotas, los cuales no deben
ponerse en contacto directo con el paciente.
Por
otro lado, es fundamental la educación del paciente afectado, poniendo énfasis
en las medidas de higiene como el lavado de manos frecuente y el uso de toallas
desechables para limpiar secreciones en la piel.
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