El fármaco retrasa la aparición de la
enfermedad y reduce su incidencia.
Al investigar la conocida relación entre la pigmentación
oscura del ojo y el menor riesgo de degeneración macular por edad (DMAE), investigadores de la Universidad de
Arizona han descubierto que los pacientes tratados con L-DOPA disfrutan de un mayor grado de
protección frente a esta terrible enfermedad. Los científicos compararon
retrospectivamente la incidencia de la DMAE en 37,000 pacientes de la Clínica
Marshfield divididos
en 2 cohortes, con o sin tratamiento con L-DOPA, efectuando el mismo análisis
sobre los datos de unos 87 millones de pacientes obtenidos de Truven
MarketScan.
Globalmente, la edad de inicio de la DMAE fue 79,4 años en
los pacientes con
L-DOPA, frente a 71,3 en los que no la tenían prescrita. La
probabilidad de desarrollar DMAE también fue significativamente inferior con
L-DOPA. Ambos hallazgos mostraron ser consistentes, tanto para la forma seca de
la enfermedad como para la neovascular.
La L-DOPA es producida en tejidos pigmentados
tales como el epitelio retinal pigmentado, como subproducto de la síntesis de
melanina. La activación del receptor de la L-DOPA, denominado GPR143,
reduce la producción del factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF), lo
que proporcionaría una explicación mecanística del efecto del fármaco, según
los autores. Dado que GPR143 es el único receptor conocido de la L-DOPA, éstos
consideran que debería ser considerado una potencial diana terapéutica para la DMAE.
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