Evaluación de la progresión del glaucoma de baja tensión
Se hace una descripción de la patología a largo plazo en pacientes
con glaucoma de baja presión y evaluación de los factores de riesgo de
progresión.
El
glaucoma de baja presión, más comúnmente conocido como glaucoma de tensión
normal, es el glaucoma que se presenta con una presión intraocular dentro de
los valores normales, pero el paciente pierde visión debido al daño progresivo
del nervio óptico. Aparentemente, los pacientes con glaucoma de baja presión
poseen discos ópticos más susceptibles al daño, por lo que las células
ganglionares retinianas mueren con una PIO que no afectaría al nervio óptico de
la mayor parte de la gente.
Se
investigó si durante un período de ocho años los pacientes con glaucoma de
presión baja permanecían estables con el tratamiento y que factores
estaban asociados con la progresión a largo plazo. El seguimiento a largo plazo
es necesario ya que la progresión de esta patología es lenta y por lo tanto
creemos que un análisis de los pacientes aún más prolongado permitiría
determinar con mayor precisión cuantos pacientes progresan, e identificar
los factores de riesgo de progresión.
El Centro
de Investigaciones oftalmológicas sobre glaucoma de Wills, analizó
retrospectivamente las historias clínicas de pacientes con glaucoma de presión
baja, con un seguimiento de 8 años, entre 2005 y 2013. Se evaluaron
enfermedades sistémicas, antecedentes familiares de glaucoma, agudeza visual corregida,
error refractivo, tratamientos, espesor de la córnea central, presión
intraocular, variación de la PIO después de dilatar la pupila, disco óptico,
desviación media del campo visual, graduación del campo visual, y tiempo de
progresión. Se determinó que había progresión cuando empeoraba la apariencia
del disco óptico y el campo visual.
El
presente estudio describió el curso del glaucoma de presión baja durante un
período promedio de 9.3 años, uno de los seguimientos más prolongado existentes
en la literatura.
La
presión intraocular sigue siendo el único factor de riesgo tratable en la
progresión del glaucoma. El estudio CNTGS demostró que había una mayor
estabilidad en los pacientes con al menos una reducción de 30% en la PIO desde
línea de base. Sakata observó que la mayor fluctuación de la PIO y picos más
elevados de PIO estuvieron asociados con deterioro del campo visual. Este
estudio observó que, aunque ambos grupos tuvieron cambios similares de la PIO,
los pacientes que progresaron a pesar del tratamiento tenían picos más elevados
de PIO.
El daño
glaucomatoso del nervio óptico se produce por mecanismos dependientes e
independientes de la PIO. Sin embargo, no hay pruebas convincentes de que
existan factores independientes de la PIO. El único tratamiento para tratar el
glaucoma y evitar la progresión es bajar la PIO. No se ha podido demostrar que
ninguno de los otros factores que se conocen pueda alterar el curso de la
patología.
El estudio
sobre tratamiento del glaucoma de baja presión informó un aumento de 43% del
riesgo de progresión por cada década de vida. No obstante, no se encontró
que la edad tuviera una relación estadísticamente significativa con la
progresión. En el presente estudio, la edad media de grupo con progresión fue
cinco años menor que el grupo estable (58 versus 63,5), aunque la diferencia no
fue estadísticamente significativa. Esta tendencia mostraría que la edad no es
un factor que indique progresión en glaucoma de baja presión.
El
compromiso de la perfusión del nervio óptico interviene en las neuropatías
glaucomatosas, pero podría tener un rol dominante en el caso de PIO normal.
Algunos estudios han mostrado una mayor prevalencia de glaucoma de baja presión
en mujeres y pacientes con antecedentes de patologías vaso-espásticas,
incluyendo migraña y fenómeno de Raynaud.
El riesgo
de progresión de un glaucoma de presión baja no tratado aumenta con sexo
femenino, migrañas e hipotensión nocturna. Esto muestra un vínculo entre
progresión del daño del nervio óptico e insuficiencia vascular en casos de PIO
normal. En este estudio se buscaron los problemas sistémicos de los pacientes
tratados por glaucoma de baja presión. Ambos grupos, el que progresó y el
estable, presentaron perfiles similares y ningún problema sistémico tuvo una asociación
estadísticamente significativa. 7 de 49 pacientes tuvieron migraña, fenómeno de
Raynaud o hipotensión, constituyendo un subgrupo muy pequeño como para ser
analizado.
La
presencia de hemorragia de disco es un factor de riesgo de progresión para glaucoma
de baja presión tratado o no. En el presente estudio se observó una tendencia a
padecer hemorragias en línea de base en el grupo de pacientes que progresaron a
pesar del tratamiento (24%) comparado con los que se mantuvieron estables
(4,2%).
Estudios
anteriores identificaron una correlación entre el espesor más delgado de la
córnea central y pérdida de campo visual progresiva. Otros suponen que el menor
espesor de la córnea central está asociado con la progresión del glaucoma
independientemente de la PIO. En el presente estudio, observamos una tendencia
a presentar un espesor de la córnea central menor en línea de base en el grupo
que permaneció estable.
No quedó
claro si los ojos con mayor daño del campo visual en línea de base, tienen
mayores probabilidades de que la patología progrese. Estos ojos con mayor daño
pueden ser ojos con una forma más agresiva de glaucoma o pacientes con una
patología lenta que no se diagnostican, ni tratan durante años. En el presente
estudio, encontramos que los ojos con daño más avanzado de campo visual en
línea de base (grado III y IV) apenas tienen más posibilidades de progresar que
aquellos con menor daño; la diferencia no fue estadísticamente
significativa.
En
nuestro estudio hubo tres casos con daño progresivo que requirieron cirugía,
luego de lo cual no hubo más daño de nervio óptico ni pérdida de campo visual,
a pesar de 40 años de seguimiento. Esto podría probar que la reducción
quirúrgica de la PIO, al menos en ciertos casos, previene la progresión del
daño glaucomatoso a largo plazo.
Los picos
elevados de PIO fue el factor de riesgo principal de progresión del glaucoma a
largo plazo en pacientes con glaucoma de baja presión. Pacientes con mayor daño
de campo visual en línea de base mostraron apenas más probabilidades de
progresión y hubo una tendencia que sugiere que la hemorragia de disco y el
espesor de la córnea central delgado podrían ser factores de riego de
progresión. Es recomendable controlar de cerca a los pacientes con riesgo de
progresión y tratarlos de manera más agresiva para evitar que la patología
progrese.
Casi la
mitad de los pacientes con glaucoma de baja presión mostraron progresión a
pesar del tratamiento, transcurridos 8 años. Picos elevados de PIO fue un
factor de riesgo significativo de progresión. La identificación de pacientes
con mayor riesgo hace necesario realizar un seguimiento más cercano e indicar
un tratamiento más agresivo para preservar la función visual de pacientes con
glaucoma de presión normal.
Estamos
de acuerdo en casi todo. No siempre se realizan las campimetrias por personal
cualificado. Y el estudio de la papila con HRT casi nunca se realiza; y menos
un estudio de CFNR con OCT. Por desgracia, muchos pacientes se conforman con
una tonometria “por aire”, o muchas
veces, tan solo con una graduación en una óptica. Estamos lejos, aunque
seguimos en la brecha.
OFTALMÓLOGO
ESTEPONA
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