La neovascularización coroidea miope (mCNV) es
una complicación infrecuente de la miopía con un alto riesgo de pérdida de la
visión a largo plazo si no se diagnostica diferencialmente al principio y se
trata con prontitud.
Además, aproximadamente el 35% de los
pacientes diagnosticados con mCNV en un ojo desarrollarán mCNV en el otro ojo
dentro de los 10 años. El diagnóstico erróneo es común porque mCNV comparte
características clínicas similares a la degeneración macular relacionada con la
edad, lo que resulta en un manejo retrasado e inapropiado.
Las opciones de tratamiento para mCNV dentro
de los Estados Unidos y Europa incluyen terapia fotodinámica con verteporfina
(vPDT), fotocoagulación con láser e inyecciones intravítreas anti-VEGF,
bevacizumab, aflibercept y ranibizumab con esta última aprobada en enero de
2017 como la primera terapia anti-VEGF para mCNV. Sin embargo, no existen guías
basadas en la evidencia para la utilización de terapias anti-VEGF en mCNV, lo
que resulta en un tratamiento subóptimo y resultados visuales pobres
posteriores.
Dentro de esta actividad CME, un panel de
expertos en el campo proporciona discusión y conocimientos clínicos para el
diagnóstico diferencial de mCNV, revisión de ensayos clínicos pertinentes y sus
resultados, así como orientación para la integración de algoritmos diagnósticos
y terapéuticos en la práctica diaria a través de clínicas estudios de caso.
En líneas generales, todo paciente con más de
7 dioptrías de miopía, se debe realizar una OCT macular, con y sin contraste,
para valorar si hay membranas neovasculares, y vigilar y/o tratar.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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