Pacientes con oclusión de arteria retiniana
Descripción de
las medidas a tomar con rapidez en casos de oclusión de arteria retiniana
Según
una encuesta médica en los Estados Unidos, 35% de los oftalmólogos y 73% de los
neurólogos y neuro oftalmólogos, derivan sus pacientes con obstrucción de
arteria retiniana central para realizarse una evaluación neurológica
urgente.
Otra encuesta anónima de la Academia Americana
de Neurología y especialistas en retina de la Academia Americana de
Oftalmología mostraron que 75% de los neurólogos recomiendan una evaluación con
internación dentro de las 12 horas de diagnosticada la oclusión de arteria
retiniana, mientras que 82% de los especialistas en retina ordenan una
evaluación ambulatoria.
En la literatura, al considerar el riesgo de
desarrollar accidente cerebro vascular isquémico, los pacientes con oclusión de
arteria retiniana, ataque isquémico temporal y amaurosis fugax, en general se
juntan todas estas patologías en un mismo grupo, sin embargo, estas tres
condiciones no son sinónimos.
Existen dos tipos de oclusión de arteria
retiniana central: arterítica y no arterítica. Mis estudios acerca de la
obstrucción de arteria retiniana central han demostrado que solo el tipo no
arterítica es de naturaleza embolica, con riesgo de ataque isquémico.
El ataque isquémico temporal no es
lo mismo que amaurosis fugax, ya que el primero se debe a isquemia
cerebral transitoria y la amaurosis fugax es un fenómeno ocular que
puede tener diversas causas.
Por ejemplo en un estudio de 2725 ojos con
amaurosis fugax de mi clínica oftalmológica, su prevalencia estuvo en 38 % de
los ojos con oclusión de vena retiniana central con oclusión de arteria
cilioretiniana, en 26,5 % de los pacientes con arteritis de células gigantes
debido a isquemia de la cabeza del nervio óptico, en 15% de los pacientes con
síndrome isquémico ocular, en 14% de los pacientes con obstrucción de arteria
retiniana de rama, 13% de los casos con oclusión de vena hemicentral
retiniana, 12 % de los casos con obstrucción de arteria retiniana central no
arterítica, 5% de los pacientes con oclusión de vena retiniana central, 3% de
los casos de neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica y 0,35% de las
oclusiones de vena retiniana de rama.
La amaurosis fugax también puede producirse
debido a otras condiciones oculares no vasculares. De todas estas afecciones,
las que presentan mayor riesgo de accidente cerebro vascular son la oclusión de
arteria retiniana central no arterítica y la obstrucción de arteria retiniana
de rama. Existen numerosas causas retinianas, isquémicas y oculares y la
evaluación del oftalmólogo es necesaria antes de asumir que se trata de un
ataque isquémico temporal.
Según estudios que he realizado sobre isquemia
retiniana, he observado que desde el punto de vista patogenético y clínico, la
isquemia retiniana es una entidad distinta del ataque isquémico transitorio y
el accidente cerebro vascular, por lo tanto no es lógico que la Asociación
Americana del Corazón/Asociación Americana de Ataque cerebro vascular agrupen a
la isquemia retiniana con el ataque isquémico transitorio y accidente cerebro
vascular. Por ejemplo, el tiempo de tolerancia a la isquemia aguda es muy
distinto en la retina que en el cerebro.
El riesgo de desarrollar ataque isquémico
temporal o accidente cerebro vascular en pacientes con oclusión de arteria
retiniana es conocido, pero su incidencia es muy controvertida, con estudios
que han dado diversos resultados.
Desde el punto de vista del tratamiento lógico
inmediato de pacientes con oclusión de arteria retiniana y sus complicaciones
asociadas tanto ataque isquémico temporal/accidente cerebro vascular como
infartos silenciosos, lo importante es determinar la causa de la oclusión de
arteria retiniana para tratarla y evitar otros episodios. Tanto la oclusión de
arteria retiniana como la isquemia cerebral asociada invariablemente se deben a
un denominador común (embolia).
Desde el punto de vista práctico, lo más
importante es encontrar el origen de la embolia y erradicarlo, de ser posible.
Teniendo esto en cuenta, lo que urge es encontrar el origen de la embolia y
tratarlo y no realizar una evaluación neurológica costosa (a menos que existan
síntomas neurológicos).
Según estudios que he realizado sobre la
etiología de 234 pacientes con oclusión de arteria retiniana central no
arterítica y 141 pacientes con oclusión de arteria retiniana de rama, la
embolia es el factor común y el origen de la embolia está en la arteria
carótida o el corazón, por lo que los pacientes fueron evaluados para determinar
la existencia de patología en la arteria carótida y lesiones cardíacas.
La causa más común de la embolia fueron placas
en la arteria carótida, 71% en la oclusión de arteria retiniana central no
arteritica y 66% en la oclusión de arteria retiniana de rama. 31% de los
pacientes con OARC NA y 30% de los pacientes con OARR presentaron estenosis de
arteria carótida interna ipsilateral. Se encontró el origen de la embolia en
ecocardiografía en 52% de los pacientes con OARC NA y 42% de los casos de OARR.
Nuestro estudio también mostró que la
serotonina, en presencia de lesiones ateroscleróticas en la arteria carótida,
puede causar oclusión temporal o total de la arteria retiniana. He observado
amaurosis fugax causada por embolia plaquetaria debido a anormalidad en la
agregación plaquetaria.
Finalmente, para el tratamiento adecuado de la
oclusión de arteria retiniana central no arterítica, oclusión de arteria
retiniana de rama y amaurosis fugax, lo más importante es realizar una
evaluación urgente de la arteria carótida, corazón, niveles de lípidos en
ayunas y análisis completo de sangre, en vez de realizar estudios neurológicos,
a menos que existan síntomas neurológicos. Esta ha sido mi política en el
tratamiento de estas patologías durante medio siglo.
Lamentablemente existe un error de concepto al
creer que si no hay anormalidades en el estudio de la arteria carótida o en la
ecocardiografía, se los descarta como origen de la embolia.
Las primeras medidas a tomar en el tratamiento
de pacientes con oclusión de arteria retiniana son el estudio de la arteria
carótida y del corazón para encontrar el origen de la embolia, análisis de
niveles de lípidos en ayunas y análisis sanguíneo completo y no estudios
neurológicos, a menos que existan síntomas neurológicos.
En el ojo, la inyección peribulbar de
vasodilatadores, ante una de estas posibles embolias , no tiene resultados
concluyentes.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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