La tomografía de
coherencia óptica (OCT) es un estudio de imágenes no invasivo. La OCT utiliza
ondas de luz para obtener imágenes en corte transversal de la retina.
Con la OCT, su oftalmólogo puede ver cada una de las
diferentes capas que forman la retina. Esto le permite a su oftalmólogo hacer
un diagrama y medir su grosor. Estas medidas ayudan a determinar el
diagnóstico. También proveen orientación sobre el tratamiento del glaucoma y enfermedades de la retina. Estas enfermedades de la retina
incluyen la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) y
la enfermedad ocular diabética.
A fin de prepararlo
para un examen de OCT, su oftalmólogo puede o no aplicarle gotas dilatadoras en los ojos. Estas
gotas dilatan la pupila y facilitan el examen de la
retina.
Deberá sentarse frente a la máquina de OCT y apoyar
su cabeza en un soporte para mantenerla inmóvil. Luego, el equipo escaneará su
ojo sin tocarlo. El examen dura alrededor de 5 a 10 minutos. Si sus ojos están dilatados, posiblemente estén
más sensibles a la luz durante varias horas después del examen.
La OCT es útil para diagnosticar
muchas afecciones oculares, que incluyen:
- agujero
macular
- pliegue
macular
- edema
macular
- degeneración
macular relacionada con la edad
- glaucoma
- retinopatía
serosa central
- retinopatía
diabética
- tracción
vítrea
La OCT a menudo se utiliza para evaluar trastornos del nervio
óptico. El examen con la OCT le ayuda a su oftalmólogo a ver cambios
en las fibras del nervio óptico. Por ejemplo, puede detectar cambios causados
por el glaucoma.
La OCT utiliza ondas de luz. No se puede usar exitosamente con
afecciones que interfieren con el paso de la luz a través del ojo. Estas
afecciones incluyen cataratas densas
o sangrado significativo en el vítreo.
En
la superficie de la retina se pueden observar diversas áreas:
- Papila o disco óptico: es el punto
donde el nervio óptico, las arterias y las venas entran en el globo
ocular. Es un disco rosado que se encuentra en la parte posterior del
globo ocular. En la papila no existen fotorreceptores, por lo que al ser
un punto que no proporciona visión también se conoce como punto ciego.
- Mácula: área de coloración amarillenta
que se encuentra en el centro de la retina. Su función es actuar como un
filtro para las radiaciones luminosas En su centro se encuentra la fóvea.
- Fóvea: zona deprimida y poco profunda
de la superficie de la retina. Los vasos sanguíneos rodean a la fóvea,
mientras que dentro de ella sólo existen pequeños capilares. En el mismo
centro de la fóvea existe una zona llamada foveóla, un área de unos 0,5 mm
de diámetro sin capilares para favorecer la visión.
Las
únicas células directamente sensibles a la luz se encuentran en la capa más
superficial de la retina y son los conos y los bastones. Los bastones funcionan
principalmente en condiciones de baja luminosidad y proporcionan la visión en
blanco y negro, los conos sin embargo están adaptados a las situaciones de
mucha luminosidad y proporcionan la visión en color.
Su
principal avance consiste en la posibilidad de obtener imágenes de gran
resolución, tanto de la superficie de la retina como de sus diferentes capas.
El tratamiento informático de las imágenes permite obtener imágenes
tridimensionales de la retina.
La tomografía
de coherencia óptica se basa en un principio óptico complejo
denominado interferometría, que utiliza una fuente de luz infrarroja que
penetra en los tejidos oculares y se divide en varios haces de luz. Uno de
ellos penetra en la retina y otro es captado por un espejo de referencia. En su
trayectoria de regreso, ambos haces chocan entre sí generando unas
“interferencias” que al ser captadas por un detector se traducen en una imagen
en color que representa e indica el grosor de las de los tejidos estudiados.
Los colores fríos, como el azul o el negro, se correlacionan con tejidos de
menor grosor y los colores cálidos, como el rojo o blanco, con tejidos más
gruesos.
El
estudio del grosor de las diferentes capas de la retina puede ser útil para el
diagnóstico y seguimiento de diferentes enfermedades oftalmológicas.
La
exploración se realiza con el paciente sentado, sin precisar anestesia ni
medicación sedante. No se utilizan flashes ni anestésicos. Al contrario
que otras exploraciones oftalmológicas tampoco suele ser necesaria la
dilatación previa de la pupila. La exploración dura escasos minutos.
A
pesar de la alta complejidad técnica es una prueba sencilla de realizar, sin
apenas molestias para el paciente. No requiere ayuno ni ningún otro tipo de
preparación. El estudio es totalmente indoloro sin efectos adversos asociados.
Excepcionalmente, durante el examen pueden percibirse discretas molestias
oculares acompañadas de lagrimeo y quemazón conjuntival, que remiten minutos
después el estudio. En aquellos casos en los que se precise el uso de
colirios midriátricos, los efectos secundarios más habituales son visión
confusa y deslumbramientos. Raramente se da elevación de la presión
intraocular.
Al
no utilizar flashes ni precisar anestésicos, la tomografía de coherencia óptica
se convierte en una técnica exploratoria segura. No existen contraindicaciones
para la práctica de la tomografía de coherencia óptica. Aunque
no suele precisarse el uso de colirios para dilatar la pupila, se deberá evitar
especialmente el uso de éstos en los pacientes con glaucoma de ángulo cerrado.
Es
de vital importancia diagnosticar un problema de visión de reciente aparición.
En ocasiones el simple examen con un oftalmoscopio permitirá llegar al
diagnóstico, pero en aquellos casos en los que dicha exploración resulte
insuficiente será necesario recurrir a técnicas más sensibles. La tomografía
de coherencia óptica permite realizar medidas de las diferentes áreas
de la retina y de cada una de sus capas. El hallazgo de alguna anomalía en las
medidas observadas puede correlacionarse con diferentes problemas oculares. Una
vez realizado el diagnóstico puede ser útil para el control de su evolución y
de la respuesta a los diferentes tratamientos aplicados.
Se
acepta su uso en varias patologías oftalmológicas, como por ejemplo:
degeneración macular asociada a la edad, glaucoma, edema macular, retinopatía
diabética, coriorretinopatía serosa central y membranas epirretinianas.
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