Una de las preguntas más frecuentes de nuestros pacientes es: Doctor, ¿Puedo quedarme ciego por la tensión del ojo?
El glaucoma es una enfermedad progresiva del nervio óptico que la gente
generalmente asocia a la tensión ocular. Sin embargo, esto no es siempre así
porque lo que define al glaucoma es el daño en
el nervio y no la
tensión ocular elevada. Hay pacientes que tienen tensión
ocular más alta de lo normal y que tienen daño en el nervio, por tanto, tienen
glaucoma. Otros tienen tensión baja y daño en el nervio… y también tienen
glaucoma. Un tercer grupo puede tener tensión ocular alta y el nervio normal…
por tanto no podremos hablar de glaucoma sino de hipertensión ocular.
La evaluación
del nervio óptico es lo más importante para el diagnóstico del
glaucoma y se basa en tres preguntas o pilares fundamentales:
1.- ¿Qué aspecto tiene?
El glaucoma produce un
daño característico en el nervio óptico generalmente en las porciones superior
e inferior que da una imagen de excavación en el centro (como si fuera un pozo)
pero de tipo vertical .
2.- ¿Cómo es el nervio óptico?
Nos lo dice la tomografía de
coherencia óptica (OCT, en inglés) y lo representa en una escala de colores: verde es normal, amarillo es un
poco de defecto y rojo es más defecto. La imagen circular verde
nos dice que el nervio que tenía un aspecto malo, realmente es un nervio bueno.
A veces algo que tiene mal aspecto, no es tan malo.
3.- ¿Cómo funciona el nervio?. El Campo Visual.
Es
una prueba que nos dice cómo funciona el nervio óptico y representa el área de visión de cada ojo. La
aparición de manchas negras en el campo visual es un signo de avance de la
enfermedad.
Es importante recalcar que el glaucoma es una enfermedad silenciosa y asintomática que produce,
con el paso de los años, una pérdida de visión periférica que progresa y va
acercándose al centro. En un estadio muy tardío, puede llevar a la ceguera.
Repetimos, es una enfermedad que HABITUALMENTE
NO TIENE SÍNTOMAS.
El campo visual se representa en forma de espejo puesto que hay
una zona negra que no vemos y que se localiza en regiones opuestas de cada ojo.
Aquí se representan dos campos visuales normales, uno de cada ojo. Tanto el ojo
derecho como el izquierdo FUNCIONAN BIEN.
En el
campo visual, se demuestra que el ojo derecho funciona bien mientras que el
izquierdo no, presentando una zona negra periférica. La concordancia de estas
dos pruebas es uno de los datos más importantes en la sospecha de glaucoma.
En todas las fases de la enfermedad, el ojo tiene un aspecto
externo totalmente normal .
Aunque no hay una clasificación que hable de fases medias del glaucoma, nos referimos a esos pacientes
que tienen ya una afectación
más avanzada aunque todavía no son fases terminales de la
enfermedad. Siempre es intención del oftalmólogo, que la enfermedad no progrese y que no
avance en las fases puesto que el daño
que se produzca en el nervio no se puede recuperar.
Se aprecia un campo
visual sin afectación en el ojo derecho y con defectos
en la zona superior del ojo izquierdo. Esta forma del defecto como si
fuera una semiluna, es también característica del glaucoma ya que refleja la distribución de las neuronas en la retina.
Se aprecia que a veces la concordancia entre las pruebas no es tan sencilla. Mientras
que en el ojo derecho hay una clara afectación de la OCT y del campo visual, esta relación no se
mantiene en el ojo izquierdo. Son la experiencia clínica y la evolución
del daño los que en numerosas ocasiones dan el diagnóstico de la enfermedad.
La OCT muestra inicialmente un ojo normal
(verde) mientras que el otro pueden aparecer cuadrantes amarillos o rojos. En el campo visual se confirma el daño.
Vemos que progresivamente, la aparición de zonas más
oscuras en el campo visual y la desaparición de zonas verdes en la OCT van
mostrando el daño en el nervio. No hablamos de tensiones oculares, hablamos de
pruebas que muestran la función (campo visual) y la estructura (OCT) del
nervio.
Que la enfermedad puede conducir progresivamente a la pérdida de visión es algo que
se puede apreciar en estos cuatro campos visuales. Mientras que el ojo
izquierdo progresa poco, el ojo derecho pasa de tener algo de visión central a
perderla totalmente cuando acudió varios años después sin haberse puesto el
tratamiento. Generalmente los casos no suelen ser tan dramáticos y muchos de
los tratamientos que tenemos pueden frenar con suficientes garantías el avance
de la enfermedad.
La pérdida visual del glaucoma es de predominio
periférico por lo que, en fases terminales, suele quedar un reducto de visión
central que puede o no perderse con el tiempo. Es la llamada visión “en cañón
de escopeta”.
Esta palidez refleja la muerte de las neuronas y la pérdida irreversible de su
función.
Conclusión
El glaucoma
es una enfermedad silenciosa que se
detecta a través de pruebas que realizan los oftalmólogos.
La tensión ocular nunca debe ser la
prueba que determine el diagnóstico de la enfermedad sino que
será el análisis del nervio óptico, la evolución de las pruebas en el tiempo y
muchas veces la intuición del oftalmólogo los que determinen el diagnóstico de
la enfermedad.
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