Los pacientes con glaucoma tienen
mejores perspectivas a largo plazo en la actualidad
Aunque sólo un porcentaje
relativamente pequeño de pacientes pierden la visión, aún persisten los
problemas a nivel celular retiniano.
Los
avances en el tratamiento del glaucoma han llevado a una disminución en la
progresión de la enfermedad hacia la ceguera, pero aún permanecen sin resolver
algunos problemas a nivel celular retiniano, afirmó el Dr. Eugenio Maul de la
Puente.
Tradicionalmente
ha existido un concepto negativo acerca de la eficacia del tratamiento a largo
plazo del glaucoma, pero esto ha cambiado en los últimos años.
El Dr.
Maul informó que la ceguera debido a glaucoma, al momento del diagnóstico, ha
caído de un dramático 44.7% en 1982 al 0.5% en 2003. Otros estudios han
mostrado que la ceguera en pacientes glaucomatosos con tratamiento ha
disminuido del 63% a un promisorio 4.2%.
Más
recientemente el riesgo de ceguera unilateral debido a glaucoma ha caído del
10.5% al 2.4% en pacientes sin tratamiento y al 0.3% en pacientes tratados con
seguimiento a largo plazo, anotó. Los estudios transversales, tales como el
Baltimore Eye Survey demuestran que sólo del 4% al 8% de los pacientes
detectados con glaucoma presentan algún grado de ceguera.
“Esto
constituye una paradoja,” comentó el Dr. Maul durante su presentación de la
Conferencia Gradle en el Congreso Panamericano de Oftalmología en Santiago
(Chile) . “Mientras que el verdadero glaucoma es una
de las causas principales de ceguera en el mundo, desde un punto de vista
práctico este no produce una discapacidad mayor en una proporción importante de
los pacientes afectados.”
Afirmó
que la detección del glaucoma es costosa y puede ser inefectiva, por ello los
mayores esfuerzos deben dirigirse hacia los pacientes con historia familiar y
los que presenten ceguera unilateral debida a glaucoma. Ya que el glaucoma es
una enfermedad asimétrica, se debe observar de manera cercana al ojo menos
afectado.
Los pacientes con mayor tendencia a
desarrollar glaucoma son los mayores de 59 años y los que presentan
hipertensión ocular, antecedentes familiares de glaucoma, síndrome de
pseudoexfoliación y miopía, explicó el Dr. Maul.
Durante
su conferencia, enumeró los factores de riesgo para la progresión de
hipertensión ocular a glaucoma: PIO por encima de 24 mm Hg, edad mayor de 59
años, córneas con espesor central menor de 555 µm y excavación del nervio
óptico mayor de 0.4 mm.
Esto
significa que sólo se justifica tratamiento en el 15% de los pacientes con
hipertensión ocular, añadió.
La
condición de los pacientes con daño glaucomatoso temprano puede deteriorarse,
anotó, si son mayores de 68 años o si tienen una o más de las siguientes
características: no aplicarse tratamiento, PIO mayor de 21 mm Hg, síndrome de
pseudoexfoliación, bilateralidad y hemorragia papilar.
El Dr.
Maul enfatizó que el objetivo del tratamiento del glaucoma es la prevención de
la ceguera. Por esto es imperativo recordar que el daño en el campo visual
ocurre antes de la ceguera y constituye una firme indicación para instaurar
tratamiento.
Además
resaltó que el manejo debe ser realizado acorde con el tiempo en que ocurrirá
el daño. Un daño significativo puede tomar 3 años en manifestarse, dándole al
oftalmólogo suficiente tiempo para tomar las medidas necesarias con el fin de
proteger al paciente.
“El
glaucoma es una enfermedad lentamente progresiva,” anotó.
De acuerdo al Dr. Maul, el manejo
inicial del glaucoma debe ser el tratamiento médico, luego debe ser seguido por
la trabeculoplastia con láser y por último por la trabeculectomía.
“El
futuro del tratamiento del glaucoma en este milenio debe dirigirse a encontrar
mecanismos para incrementar el flujo sanguíneo en el nervio óptico, así como la
neuroprotección ,” dijo el Dr. Maul. “El futuro de la detección temprana de la
enfermedad yace en la evaluación clínica del daño retiniano celular, esto es,
la visualización directa de las células ganglionares retinianas en apoptosis.”
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