Las dosis
moderadas de aceite de krill, reduce la osmolaridad lagrimal, y aumenta la
estabilidad de ella .
Las dosis
diarias moderadas de cualquier aceite de krill ha reducido significativamente la osmolaridad
y demás síntomas de la enfermedad del ojo seco lágrima.
El ensayo
clínico, doble ciego, controlado con placebo, aleatorizado, incluyó a 54 pacientes
con ojo seco leve a moderado; y se llevó
a cabo en la clínica de la Universidad de Melbourne, en Victoria, Australia.
Cada sujeto recibió una dosis diaria de aceite de krill o un placebo de aceite
de oliva durante 90 días.
Aunque el
aceite de pescado y el aceite de krill, ambos, proporcionan ácidos grasos
esenciales omega-3, los investigadores han sabido investigar las diferencias
entre los dos en términos de biodisponibilidad y demás valores de la factorización.
Hacia el
final de estudio, la media de la osmolaridad lagrimal observada aumentó el
valor inicial en los participantes que tomaron aceite de krill (-18,6 mOsmol /
L; P <0,001) y el aceite de pescado tomado (-19,8 mOsmol / L; P <0,001)
en comparación con aquellos que tomaron placebo (-1,5 mOsmol / L).
Las
puntuaciones sobre la superficie ocular y el índice de enfermedad, disminuyeron
significativamente sólo en los participantes que tomaron aceite de kril, en
comparación con el grupo placebo.
Los
investigadores notaron mejorías relativas en el tiempo de ruptura lagrimal y el
enrojecimiento ocular en los pacientes que tomaron aceite de pescado y aceite
de krill.
"La
reducción importante de la osmolaridad lagrimal se asoció con mejorías
clínicamente significativas en los síntomas de la DED, que se produjo el día
90, aproximadamente 1 mes después de la normalización de la tonicidad
lágrima". "El hallazgo de la osmolaridad lagrimal reducida, y la
mejoría sintomática en pacientes con DED corrobora los informes anteriores y
apoya la utilidad de la osmolaridad lagrimal como un parámetro sensible para
monitorizar la eficacia terapéutica en ensayos clínicos DED."
Lo hemos
comprobado en casi todos los pacientes en los que asociamos al tratamiento
local, los suplementos de aceite de krill y otros con omega 3-6 y 9.
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