De interés para los usuarios del tear lab, un estudio en la Universidad de Ciencias aplicadas de Olten, Suiza, confirma que los valores de osmolaridad de la película lagrimal varían considerablemente dependiendo de dónde se recoge la muestra. La hiperosmolaridad de la película lagrimal se ha reconocido como una característica clave del síndrome del ojo seco y se considera que es la prueba de diagnóstico más precisa.
Para determinar la dependencia de la posición del chip en un menisco líquido durante la muestra recogida, la Tearlab analizó tres posiciones de ángulo diferentes (70°, 90° y 120°) hacia la laminilla de vidrio horizontal. Para cada ángulo, se realizaron 10 mediciones .
Otro estudio en dos universidades de USA y dos universidades Chinas evaluaron la variación de osmolaridad lacrimal y su relación con el volumen de lágrima en menisco en pacientes de ojo seco y controles sanos.
Los investigadores de Ora Inc. de Andover, Massachusetts, señalan que la distribución del parpadeo es el fenómeno de conducción que rige el mantenimiento de la película lagrimal y que la acción de “abrir y cerrar” y un parpadeo directo, aumentan el espesor de la película lagrimal. Además que un parpadeo de contracción podría dar lugar a la expresión de las glándulas de Meibomio y una mayor estabilidad de la película lagrimal.
Uno de los retos inherentes en ensayos clínicos aleatorios, es el uso de farmacos para el ojo seco: hay una pobre concordancia entre signos y síntomas de ojo seco; la mejora en signos y síntomas es un resultado esperado en dichos ensayos investigando nuevos tratamientos. Los mejores avances los están aportando los investigadores japoneses y chinos.
Tenemos que ahondar más en la patogenia del proceso; luego nos será mas facil buscar una solución. El origen degenerativo-autoinmune es el más valorado y cierto.
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