El sol es uno de los agentes con los que hay que tener
especial cuidado, ya que las radiaciones solares pueden empeorar algunas
enfermedades oculares, como la degeneración macular.
Asimismo, los rayos ultravioleta pueden dañar la córnea, la conjuntiva e incluso el cristalino. Por ello, es recomendable el uso de gafas de sol capaces de absorber al máximo la radiación solar. Además, es importante cuidar la calidad de los cristales de las gafas, que han de proteger de la radiación solar sin distorsionar la imagen. Los cristales deben ser de calidad y no es recomendable el uso de colores muy oscuros o demasiado claros. Los mejores son el marrón, gris o verde.
Asimismo, los rayos ultravioleta pueden dañar la córnea, la conjuntiva e incluso el cristalino. Por ello, es recomendable el uso de gafas de sol capaces de absorber al máximo la radiación solar. Además, es importante cuidar la calidad de los cristales de las gafas, que han de proteger de la radiación solar sin distorsionar la imagen. Los cristales deben ser de calidad y no es recomendable el uso de colores muy oscuros o demasiado claros. Los mejores son el marrón, gris o verde.
Con el fin de evitar riesgos, hemos elaborado una serie de recomendaciones que pueden ayudar a proteger la salud ocular.
Bajo el sol
Los rayos ultravioleta favorecen el desarrollo de cataratas e inducen al envejecimiento, produciendo más radicales libres
El reflejo de la luz solar puede producir queratitis y conjuntivitis
Utilice gafas de sol homologadas, viseras y sombreros para protegerse de la radiación solar
No mire al sol directamente de manera fija y continuada
En la playa
La sal del agua del mar puede producir irritación en los ojos
Evite la introducción de cuerpos extraños en los ojos, sobre todo procedentes de la arena
Lávese los ojos con agua dulce a menudo
En la piscina
El cloro de las piscinas es un irritante que altera los ojos
Evite el contacto directo con el agua de las piscinas utilizando unas gafas de natación adecuadas
En la montaña
La sequedad propia del verano en ambientes lejanos al mar provoca una mayor evaporación de la lágrima, aumentando la sensación de ojo seco. Las personas que sufran estos síntomas de forma continuada deben acudir a un especialista que les recomiende el tratamiento más adecuado
El cloro de las piscinas es un irritante que altera los ojos
Evite el contacto directo con el agua de las piscinas utilizando unas gafas de natación adecuadas
En la montaña
La sequedad propia del verano en ambientes lejanos al mar provoca una mayor evaporación de la lágrima, aumentando la sensación de ojo seco. Las personas que sufran estos síntomas de forma continuada deben acudir a un especialista que les recomiende el tratamiento más adecuado
En el trabajo
La exposición continuada al aire acondicionado hace que se reseque el ambiente perjudicando más de lo normal a los ojos
El uso continuado del ordenador puede producir cansancio o fatiga visual
Evite la exposición continuada a estos ambientes y utilice un humidificador o lágrimas artificiales si es necesario
Trabaje a una distancia adecuada de la pantalla y tome breves descansos periódicos
Alergias
Durante el verano, el descenso de lluvias produce un incremento de partículas en suspensión en el aire, generando un ambiente más cargado que puede provocar alergias oculares.
Protéjase la vista y acuda a un especialista cuando detecte los primeros síntomas de una alergia
Utilice gafas de sol homologadas no demasiado oscuras .
Esperamos seguir ayudando.
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