Los hábitos saludables y las revisiones oculares periódicas previenen enfermedades de la retina.
Seguir una dieta equilibrada, rica en antioxidantes y vitamina A (retinol), evitar el tabaco y el alcohol y realizar ejercicio puede ayudar a evitar patologías de la retina o a retrasar su aparición y mejorar su pronóstico.
Seguir una dieta equilibrada, rica en antioxidantes y vitamina A (retinol), evitar el tabaco y el alcohol y realizar ejercicio puede ayudar a evitar patologías de la retina o a retrasar su aparición y mejorar su pronóstico.
Es una de las principales conclusiones que se han extraído del Congreso de retina celebrado en el Instituto de Microcirugía Ocular, que ha reunido a más de 300 oftalmólogos de todo el mundo este fin de semana.
Llevar una vida sana ayuda a prevenir enfermedades generales, como la diabetes, la hipertensión o las cardiopatías, patologías que, en todos los casos, “acaban afectando a la retina”. Por ello, los especialistas han destacado también la necesidad de someterse a revisiones oculares anuales a partir de los 40 años, especialmente si se tienen factores de riesgo importantes, como antecedentes familiares, alta miopía o enfermedades crónicas del sistema central. La detección precoz es fundamental para evitar la evolución de las patologías retinianas y para mejorar el pronóstico funcional final.
Esta es una de las principales conclusiones de la reunión, organizada por el Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona (IMO) y la European School for Advanced Studies in Ophtalmology (ESASO), en la que los expertos han recordado que las enfermedades oculares más graves son las que se originan en la retina. Entre estas, las de mayor incidencia son las degenerativas, destacando la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE); las asociadas a la miopía alta; las de origen vascular, principalmente retinopatía diabética; y las asociadas a problemas biomecánicos, como el desprendimiento de retina o tracciones vítreo-maculares.
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