La nanotecnología mejorará la liberación de antiangiogénicos
Aunque por el momento sólo se dispone de datos en modelo animal, la aplicación de la nanotecnología para la administración de antiangiogénicos en patología retiniana está dando resultados positivos y hay previsión de comenzar en breve la aplicación en humanos.
Mejorar la administración de antiangiogénicos en el ojo para el abordaje de las patologías de la retina es uno de los objetivos a los que están dedicando sus esfuerzos distintos grupos de investigación. La Universidad de California en San Diego está estudiando la aplicación de la nanotecnología a esta materia, con resultados muy positivos en ensayos animales y la previsión de comenzar en breve tiempo la aplicación en humanos.
William Freeman, director del Instituto de Retina Jacobs, ha sido el encargado de ofrecer la Conferencia SEO 2011, en el marco del 87 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología, celebrado en Oviedo, que dedicó a los dispositivos liberados de drogas intraoculares para patologías retinianas: presente y futuro.
Este especialista ha comenzado señalando las dificultades que presenta la vía de administración de drogas como antiangiogénicos y esteroides para el abordaje de patologías como degeneración macular asociada a la edad, diabetes, edema de retina, inflamación de la mácula o en caso de oclusiones venosas, "dado que requieren una inyección en el ojo que además hay que repetir en un intervalo corto de tiempo".Esta forma de administración "da lugar a complicaciones y además, es difícil saber con precisión la duración de la acción del medicamento. El objetivo sería conseguir que bastara una inyección cada seis o doce meses".
Con respecto a la controversia sobre los beneficios de ranibizumab (Lucentis) frente a bevacizumab (Avastin) en patología retiniana, Freeman ha indicado que, "a pesar de los esfuerzos de la compañía por tratar de resaltar las diferencias, no hay evidencias científicas concluyentes de que ranibizumab supere a bevacizumab".
Al no incluirse entre las indicaciones aprobadas oficialmente para bevacizumab las patologías retinianas, la presentación en la que se comercializa no es adecuada para su aplicación en el ojo; es necesario reformular y eso genera un riesgo, aunque bajo, de contaminación.
De ahí el interés por encontrar nuevas vías de administración. Su laboratorio está trabajando con nanocristales en cuyos nanoporos "empacamos Avastin con una especie de llave que nos asegura que se produce una liberación lenta del medicamento en el vítreo".
Los ensayos en animales han demostrado que el procedimiento es eficaz y seguro, "y lo que
Este equipo ha diseñado una cámara digital que permite cuantificar la cantidad de fármaco que permanece actuando en el ojo, lo que facilita la decisión de cuándo será necesario proceder a la administración de una nueva dosis".
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