La opción, sí o sí, que tiene una persona cuando padece una infección ocular o cualquier otra patología que implique tener que aplicar un medicamento directamente en el ojo pasa por el colirio. El problema está en que absorción es muy bien escasa pero un grupo de investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela ha dado con la solución, unas lentillas impregnadas en el medicamento que lo vayan liberando poco a poco. La efectividad, evidentemente es mucho mayor.
El grupo I+D Pharma, dependiente de la Universidade de Santiago,ha partido en su investigación de la base de que apenas un 10% del medicamento que se aplica en un ojo a través de un colirio llega a penetrar de forma efectiva en el globo ocular y ejercer su acción terapéutica porque el propio ojo rechaza el colirio por mucho que se instile dentro del párpado o se cierre el ojo inmediatamente después. Por eso han descubierto que la mejor forma de tratar un ojo enfermo es a través de lentillas medicadas que pueden o no, estar graduadas, por lo que puede usarlas todo el mundo.
Al utilizar las lentillas impregnadas con el medicamento, este se libera de forma gradual en el ojo y son las lágrimas las encargadas de llevarlo hasta todas las esquinas. Con ello se consigue una mejor dosificación del medicamento ya que el ojo recibe efectivamente la cantidad que necesita y de forma prolongada, por lo que es útil tanto para infecciones puntuales como para tratamiento más largos como el glaucoma, porque el ojo no rechaza la lentilla pese a que sea un objeto extraño porque va adherida a la superficie del globo ocular y su grosor es mínimo.
La principal ventaja de esta opción es que no tendría que administrarse el medicamento de forma repetida y continuada como en caso de los colirios, por lo que además se elimina la posibilidad de olvido de una dosis con lo que aumentará, previsiblemente la efectividad de la medicina aplicada. Todo son ventajas, pues, respecto a la administración convencional del medicamento a través de un colirio de forma directa dentro del ojo. La ideas cuenta ya con dos patentes internacionales y además de la colaboración con la Universidade de Coimbra, en Portugal, cuenta con el apoyo de la firma japonesa Menicon Corporation, fabricantes de lentillas y el interés de una importante firma francesa.
De hecho la utilización de lentes de contacto para la administración de fármacos de forma sencilla no se basa sólo en una posibilidad, si no que en I+D Pharma trabajan en dos líneas distintas. En la primera se modifica la estructura de la lentilla a través de un moldeado capaz de crearen sus moléculas unos receptores específicos para el medicamento que se va liberando de forma paulatina pero prolongada en la superficie del ojo, por lo que es especialmente útil en el caso de patologías en las que haya que aplicar varios colirios diferentes o su posología indique varias aplicaciones a lo largo de la jornada.
La segunda opción consiste en la impregnación de las lentillas convencionales, de venta en el mercado para personas que necesitan graduación, del medicamento a través de fluidos supercríticos, por lo que el fármaco se introduce en la lentilla disuelto en dióxido de carbono. La ventaja de esta segunda opción respecto a la primera es que no hay que modificar la estructura de la lente de contacto, únicamente impregnar las lentillas que se venden para uso habitual en las ópticas con el medicamento necesario. Y lo mismo en caso de que la persona no tenga problemas de visión, en una lentilla sin graduación alguna.
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