Tanto las dietas basadas en vegetales, como los complementos antioxidantes y botánicos son cada vez más aceptados por la medicina oficial, y no necesariamente como “balas mágicas’: sino como parte de un programa multidimensional que potencia o “complementa” la cirugía convencional, la radioterapia y la quimioterapia.
Una dieta contra el cáncer consiste fundamentalmente en alimentos vegetales, naturales y de bajo contenido graso. Es un
hecho conocido que los japoneses tienen tasas relativamente bajas de ciertos tipos de cáncer, y además, que cuando se les diagnostica uno, su progresión suele ser mucho menos rápida que en los países de Occidente. ¿Por qué? La dieta de los japoneses es rica en soja, verduras y pescado, y baja en grasa, cosa que ayuda a ralentizar, según el doctor Wynder, su desarrollo.
hecho conocido que los japoneses tienen tasas relativamente bajas de ciertos tipos de cáncer, y además, que cuando se les diagnostica uno, su progresión suele ser mucho menos rápida que en los países de Occidente. ¿Por qué? La dieta de los japoneses es rica en soja, verduras y pescado, y baja en grasa, cosa que ayuda a ralentizar, según el doctor Wynder, su desarrollo.
No sorprende, pues, que una de las dietas más populares contra el cáncer (una dieta macrobiótica) sea la base de la dieta japonesa tradicional. En Estados Unidos la popularizó Mi-chio Kushi, director del instituto Kushi de Boston. Esta dieta no tiene carne, posee un bajo contenido graso y un alto contenido en granos y verduras. Se prohíbe o se restringe la sal, la levadura, los productos derivados del azúcar, la carne, los lácteos, los huevos, el pollo, los tomates, la mayoría de grasas y aceites, los alimentos procesados y las bebidas alcohólicas. Se permite de vez en cuando, el pescado de carne blanca, la fruta, las semillas ligeramente tostadas y las nueces. El porcentaje de grasa se sitúa entre el 0 y el 13 por ciento.
Hay pruebas de que las frutas, las verduras, los granos y el pescado ayudan a bloquear el desarrollo del cáncer, y en general se acepta la idea de que las personas que comen más frutas y verduras tiene el 50 por ciento menos de probabilidades de contraer algún tipo de cáncer. Las investigaciones también demuestran que algunos alimentos y antioxidantes detienen o ralentizan la progresión y propagación de esta enfermedad y aumentan el tiempo de supervivencia. Los más notables son el brócoli, el ajo, el aceite de pescado, los granos con alto contenido en fibras, la soja, la vitamina e, la coenzima Q-10 y el selenio, como han puesto de manifiesto las pruebas y prácticas químicas, los estudios epidemiológicos (de población) y las pruebas efectuadas con animales y cultivos de células, en los laboratorios. También hay abundantes evidencias de que los productos químicos de la carne estimulan el cáncer.
Por lo tanto, tiene sentido científico decir que los alimentos vegetales (básicos en una dieta contra el cáncer) podrían ayudar a mitigar el cáncer y que el consumo de carne podría estimularlo.
Al fin y al cabo, el cáncer es un proceso a largo plazo, la manifestación de un daño infligido a las células durante décadas, que continúa creciendo y creando metástasis o extendiéndose. Por lo tanto, la interrupción del proceso cancerígeno en cualquier etapa (incluso cuando ha aparecido un tumor) contribuye a combatirlo. Muchos alimentos y constituyentes, al igual que ciertas grasas, matan las células cancerígenas o impiden que se propaguen en los cultivos de tejidos, aumentanda la supervivencia en los animales,o activando las funciones inmunes y los sistemas de desintoxicación específicos del organismo que combaten directamente el cáncer.
Por lo tanto, tiene sentido científico decir que los alimentos vegetales (básicos en una dieta contra el cáncer) podrían ayudar a mitigar el cáncer y que el consumo de carne podría estimularlo.
Al fin y al cabo, el cáncer es un proceso a largo plazo, la manifestación de un daño infligido a las células durante décadas, que continúa creciendo y creando metástasis o extendiéndose. Por lo tanto, la interrupción del proceso cancerígeno en cualquier etapa (incluso cuando ha aparecido un tumor) contribuye a combatirlo. Muchos alimentos y constituyentes, al igual que ciertas grasas, matan las células cancerígenas o impiden que se propaguen en los cultivos de tejidos, aumentanda la supervivencia en los animales,o activando las funciones inmunes y los sistemas de desintoxicación específicos del organismo que combaten directamente el cáncer.
*20-30% de la dieta se compone por la ingesta de verduras y vegetales, tomándose generalmenente cocidas, también se emplear otras técnicas varias tales como el rehogarlas al vapor, salteadose con un poco de aceite.
Las algas marinas
Juegan un papel importantísimo en la alimentación macrobiótica y son uno de los alimentos más nutritivos, muy apreciadas por su contenido en sales minerales y vitaminas, especialmente la vitamina B12.
Los vegetales marinos actúan sobre la sangre aportando la alcalinidad necesaria y además disminuyen el exceso de grasa almacenada.
Los vegetales marinos actúan sobre la sangre aportando la alcalinidad necesaria y además disminuyen el exceso de grasa almacenada.
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